No es nuevo pero es necesario recordarlo: los cultivos de cobertura invernales son una práctica interesante para reducir la presencia de malezas problemáticas. En el INTA Marcos Juárez lo vienen estudiando.
De una serie de ensayos para determinar el efecto de distintos cultivos de cobertura sobre la dinámica de las malezas y el rendimiento de la soja surge que el centeno es una herramienta importante para reducir la densidad poblacional de las malezas.
"Al momento de la siembra de la soja la presencia de malezas fue nula en todos los tratamientos con este cultivo de cobertura”, ratificó el ingeniero agrónomo Tomás Baigorria, a cargo del estudio, al tiempo que agregó que "en los tratamientos de barbecho sin cobertura y con glifosato, además de barbecho con herbicidas residuales (metsulfurón metil en invierno y S-metolaclor en primavera) se registraron 16 y 4 plantas por metro cuadrado respectivamente con presencia de Conyza spp. en ambos tratamientos".
En promedio, la reducción de malezas latifoliadas en centeno vs el barbecho fue del 89,5% y del 83,5% en gramíneas. En tanto, el rendimiento promedio de la soja fue de 4088 kg/ha, sin registrase diferencias significativas entre tratamientos.
PACTO AMBIENTAL
"Los tratamientos con centeno presentaron los valores más bajos de coeficiente de impacto ambiental”, aseguró Baigorria al detallar el estudio. A su vez, comentó que el rolado del centeno evitó una aplicación de herbicida con lo cual el coeficiente disminuyó 70% y 76% respecto al barbecho con glifosato y al barbecho con residuales. Y esto considerando que sólo se aplicó glifosato previo a la siembra del centeno sin aplicaciones en post-emergencia de soja", indicó el técnico.
AMARANTHUS PALMERI
En apenas dos años, el yuyo colorado se ha convertido en un gran dolor de cabeza para los productores, sobre todo los cordobeses. El mismo equipo del INTA Marcos Juárez analizó cómo se comporta esta maleza cuando se implanta centeno como cultivo de cobertura invernal y se aplican herbicidas residuales.
Lo destacable, según Baigorria, es que "este cultivo con y sin aplicación de herbicidas residuales redujo significativamente, en un 99%, la densidad de la maleza respecto al tratamiento de barbecho sin residuales. Cabe destacar que en los tratamientos sin residuales la inclusión del centeno aumentó significativamente el rendimiento del cultivo, pasando de 2572 kg/ha en el barbecho a 3740 kg/ha en centeno", dijo.
A su vez, el técnico detalló que no se registraron diferencias significativas cuando se aplicaron los herbicidas residuales con valores en el barbecho de 4085 kg/ha y en el centeno de 4314 kg/ha. Los resultados son significativos. "Los cultivos de cobertura invernales se presentan como herramientas indispensables para un manejo racional y sustentable de malezas sin disminuir los rendimientos", acotó Baigorria quien comandó los ensayos desde el INTA Marcos Juárez.
EL ROLADO, OTRA PRÁCTICA A IMPLEMENTAR
El secado de los cultivos de cobertura aplicando un herbicida es la práctica más común para los productores de la región pampeana y extrapampeana. Pero existe otra alternativa menos riesgosa para el medio ambiente y poco conocida por los productores agrícolas de esta región que es el secado mecánico de los cultivos de cobertura a través del rolado.
Si bien el triticale no tiene antecedentes como cultivo de cobertura para el manejo de malezas en la región de Unión y Marcos Juárez, se comporta como una de las mejores opciones frente a otras gramíneas, debido a su elevado nivel de producción de biomasa aérea.
Ensayos en el INTA Marcos Juárez mostraron que a pesar del rebrote del triticale posterior al rolado, se pudo cortar el ciclo del cultivo de cobertura sin afectar el rendimiento de la soja con respecto a un barbecho, con valores que variaron entre 3200 y 3400 kg/ha sin registrarse diferencias significativas entre tratamientos. La inclusión de la cobertura almacenó agua para la soja y redujo significativamente las aplicaciones de herbicidas (de 4 en el barbecho a 1 o 2 con el triticale).
Conclusión: ambas herramientas combinadas (rolo y cultivo de cobertura) son promisorias para zonas con restricciones en la aplicación de herbicidas, cuando se agricultura orgánica o para zonas periurbanas .