Uno de los principales problemas que ofrece la proliferación de malezas resistentes a los herbicidas es que no se ve el horizonte. Los productores y técnicos encuentran que el incremento de especies y de resistencias a diferentes principios activos crece aceleradamente Pablo López Anido, director de la REM (Red de conocimiento en malezas resistentes) coordinada por AAPRESID, señaló que “en los últimos 5 años la aparición de malezas resistentes muestra una curva ascendente que crece en forma exponencial”.

El especialista comentó que los dos últimos casos que aparecieron tienen resistencias múltiples. Uno de ellos surgió de estudios realizados en el INTA Manfredi, que confirmaron la resistencia simultánea de un biotipo de sorgo de Alepo a dos principios activos y modos de acción: glifosato y graminicidas FOP.

El sorgo de Alepo fue la primera maleza que presentó un biotipo resistente a glifosato en la Argentina, detectado en Tartagal, Salta, en 2005. A principios de 2015, se sumó un informe que indicó la resistencia de esta maleza a los graminicidas FOP (específicamente al haloxifop-R-metil), luego de la denuncia hecha por Daniel Tuesca (Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario), Juan Carlos Papa (INTA Oliveros), Luis Lanfranconi (INTA Río Primero) y Eduardo Repetto (Cooperativa Agrícolas Ganadera de Gobernador Crespo) que trabajaron con un biotipo del Departamento San Justo del norte de la provincia de Santa Fe. Recientemente, como resultado de un estudio realizado por el especialista Diego Ustarroz, del INTA Manfredi, se confirmó la resistencia múltiple del sorgo de Alepo, al comprobarse la resistencia simultánea en el mismo biotipo a los dos principios activos mencionados.

Ustarroz trabajó con un biotipo sospechoso encontrado en Tres Esquinas, departamento Río Primero, en el centro norte de la provincia de Córdoba, y lo comparó con un biotipo susceptible de Manfredi. El primero mostró resistencia múltiple a glifosato y a graminicidas del grupo FOP, especialmente a haloxifop-R-metil, que fue el herbicida utilizado en el experimento. En el mismo trabajo no se encontró resistencia al cletodim, un graminicida de amplio uso para el control del sorgo de Alepo.

Manejo

“La resistencia múltiple a glifosato y a graminicidas FOP limita marcadamente las alternativas de manejo de esta maleza. Afortunadamente, hasta el momento, ninguno de los biotipos resistentes a graminicidas mostró resistencia al grupo DIM, al que pertenece el cletodim, pero si bien esto es una buena noticia no hay que confiarse en que no va a suceder, porque es altamente probable y debemos preservarlos cuanto sea posible”, advirtió Martín Marzetti, gerente de la REM.

De acuerdo a Marzetti, el manejo debe enfocarse de manera diferente según sea el nivel de infestación del lote. El especialista señala que es fundamental evitar el ingreso en aquellos que aún no tienen presencia del biotipo resistente. Para ello la limpieza de cosechadoras es una alternativa tediosa pero necesaria.

Complementariamente, el monitoreo frecuente y exhaustivo que permita detectar las primeras matas que pudieran instalarse, resulta prioritario e indispensable. “Esas primeras matas deben controlarse una a una con mochila o pala”, indica el especialista.

Si hay presencia de manchones más grandes, el trozado de rizomas para uniformizar su brotación, seguido de aplicaciones en su debido tamaño, puede ser una alternativa válida.

En todos los casos, y de la manera que sea posible, se debe evitar que las plantas semillen, Y, por supuesto, no cosechar las matas o manchones que puedan haber quedado en pie. “Una excelente herramienta –indica Marzetti-, es también el uso de herbicidas preemergentes para evitar que prosperen nuevas plantas de semilla. Pero, como se trata de una maleza perenne, una vez instalada en el lote por medio de sus rizomas logra perpetuarse, por lo que no debemos descansar solo en el uso de preemergentes como herramienta de prevención y debemos poner foco en la erradicación de las primeras matas o manchones”.

“Quizás estas recomendaciones parezcan exageradas, pero si dejamos que estos biotipos prosperen será seguramente mucho más costoso y difícil”, señaló el gerente de la REM.

Pasto amargo

López Anido explicó que en el marco de esa tendencia al incremento de malezas resistentes, recientemente se agregó Digitaria insularis, conocida como pasto amargo. “Se trata de una maleza presente en Paraguay que se sumó a nuestros campos”, explicó el especialista.

“En realidad había una denuncia de la presencia de esta especie y durante los últimos tres o cuatro años estuvo con alerta amarilla, pero ahora se confirmó su resistencia”, indicó López Anido.