La presidenta Cristina Kirchner reunió ayer en Olivos a sus senadores y diputados nacionales para agradecerles, respaldarlos y darles ánimo, y restañar las heridas por la derrota oficial en el Congreso por las retenciones al agro. Les transmitió también su intención de serenar la crispación política, dar vuelta la página y relanzar su gobierno desde la semana próxima.

"Seguiremos trabajando en este proyecto de distribución del ingreso, con una sociedad más justa y solidaria", dijo la Presidenta.

Pero no pudo evitar durísimos reproches al vicepresidente Julio Cobos y al senador Roberto Urquía, oficialistas, que estaban ayer ausentes, y habían votado en contra. La reunión duró poco más de una hora y sólo habló la Presidenta. También se leyó el decreto que puso fin a la vigencia de la resolución 125, que había desatado la crisis al elevar las retenciones al campo desde el 11 de marzo último.

Unos 150 legisladores del Frente para la Victoria concurrieron a Olivos. Sólo fueron invitados los que apoyaron las retenciones. Muchos faltaron porque habían viajado a sus provincias.

Hubo otros que fueron invitados por equivocación y luego desinvitados: los diputados Arturo Heredia y Beatriz Halak, de Córdoba, y Cristina Cremer de Busti, de Entre Ríos. Se habían opuesto al proyecto y al descubrirse el error fueron desafectados.

No asistió el ex presidente Néstor Kirchner, que viajó al Sur. Su sugestiva ausencia sirvió para descomprimir la tensión causada por su protagonismo, que contribuyó a crispar el conflicto. Como presidente, nunca había convocado a los legisladores a Olivos para agradecerles. Y menos aún en la derrota. Tal es la novedad del gesto de la Presidenta que ella misma confesó que desconocía la Sala de Convenciones de Olivos. "Qué linda que es. Nunca había venido", dijo.

Otro dato significativo: los legisladores notaron que la Presidenta se bajó del pedestal. Les habló de igual a igual. Y se preocupó por exhibir una ancha sonrisa para disimular el dolor de la derrota. El estiletazo a Urquía no tardó en llegar. "Un legislador, uno de los mayores exportadores de aceite de soja, yo esperaba que se abstuviera por una cuestión ética", dijo la Presidenta. "Representando a esos intereses, no es bonito que actuara así", dijo del titular de Aceitera General Deheza.

Y recordó que Urquía había obrado con sumo interés cuando lideró la reforma de una ley, a fines de 2007, para que los exportadores pagaran menos retenciones a las exportaciones.

Durante toda la jornada, abundaron versiones de que Kirchner urdía maniobras para presionar a Cobos para que renuncie. "Nunca le pediríamos la renuncia al vicepresidente", confió una alta fuente oficial a LA NACION. Sí padecerá la indiferencia. Ciertas declaraciones generaron sospechas: Luis D Elía, Julio De Vido, Ricardo Jaime y Hugo Moyano, entre otros, lo criticaron y acusaron de "traidor".

La Presidenta estuvo más suave. Pero lo mencionó. "Quienes nos votaron, a mí y a mi compañero de fórmula, votaron estas políticas. En la campaña se habló de retenciones. El vicepresidente debía votar por la postura del Poder Ejecutivo. Ese fue el gran defecto", dijo la Presidenta.

El diputado José María Díaz Bancalari, del PJ, retransmitió: "La Presidenta dijo que defeccionó su compañero de fórmula". Tras la finalización de las retenciones móviles de la resolución 125, en Olivos aseguraron a LA NACION que "no habrá otro esquema de retenciones, ni se prevé el envío de un proyecto al Congreso".

Calmar las aguas

El plan oficial es "calmar las aguas" la semana próxima para replantear el Gobierno. No es casual que Kirchner saliera ayer de escena, aunque quizás en forma temporaria. ¿Nace otra etapa del Gobierno? ¿Se admitirán errores? Nadie se anima a asegurarlo.

Se analizarán sí nuevas medidas para relanzar la gestión: aumento del salario mínimo, de asignaciones familiares, jubilaciones, rebajas en Ganancias y posibles retoques en el gabinete. "Se disipó la angustia colectiva: hay más gente en la calle. Hay otro ánimo. Eso lo ve la Presidenta y quiere aprovechar el momento", dijo una fuente oficial a LA NACION.

Una legisladora vio a Cristina Kirchner en la actitud de "reflexionar en voz alta, con humildad, y levantar el ánimo de sus diputados". A tal punto que el jefe del bloque de senadores oficialistas, Miguel Angel Pichetto, exageró el optimismo: "La Presidenta nos reconoció el esfuerzo y nos felicitó. No consideramos que hubiéramos tenido una derrota".

Por Mariano Obarrio
De la Redacción de LA NACION