Después de la confusión inicial, anoche el Ministerio de Economía dio a conocer las resoluciones que dan marcha atrás con la polémica resolución 125 que desató el conflicto más grave de la actividad agropecuaria en su historia. Esas dudas se reflejaron en las operaciones del mercado de granos de Rosario, que ayer no registró operaciones. Los analistas especulaban a última hora sobre si habrá una avalancha de ventas de soja a partir del lunes cuando, según fuentes oficiales, la norma se publicará en el Boletín Oficial.

Así, la soja que hasta ayer tributaba el 45,6% por derechos de exportación volverá a tener una alícuota del 35%, tal como se establecía hasta el 10 de marzo. Para el girasol, pasa del 41,2% al 32% y para el maíz del 26,2 al 25 por ciento. Sin embargo, para el trigo el cambio no será positivo, ya que la alícuota subirá del 26,2% al 28 por ciento.

Con la anulación de la resolución 125, además, queda sin vigencia el esquema de compensaciones para pequeños y medianos productores y de zonas extrapampeanas.

Las dudas que provocó el decreto se reflejaron en las operaciones del comercio de granos. Al igual que anteayer, los negocios en el mercado disponible local fueron prácticamente nulos, apenas trascendieron valores para el girasol ($ 900 por tonelada) y el sorgo ($ 400). En el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario, principal referencia para el sector, estuvieron los vendedores y los compradores, pero no hubo negocios. El 10 de marzo, los valores vigentes en la zona de Rosario para la soja, el maíz y el girasol eran de 1060, 500 y 1260 pesos por tonelada, mientras que el trigo nuevo se cotizaba a 200 dólares. En la rueda del lunes, las cotizaciones de la soja, el maíz y el girasol fueron de 880, 500 y 920 pesos, respectivamente. En el caso del trigo, el valor de la mercadería nueva estuvo en torno de los 190 dólares.

En el exterior, la Bolsa de Chicago volvió a reflejar en sus pizarras en cimbronazo bajista por el "efecto Argentina".

La certeza de los operadores estadounidenses sobre la gradual normalización del comercio agrícola en la Argentina y su consecuencia sobre la demanda de commodities (en particular de la soja), que en estos últimos meses se direccionó hacia Estados Unidos y Brasil, hicieron que el precio de la soja y del maíz retrocedieran poco más de 18 y 8 dólares por tonelada, respectivamente.