Este jueves 20/06 el banco Barclays difundió un informe trimestral donde
redujo las previsiones de crecimiento de la economía argentina pero también
alertó sobre una crisis de la balanza de pagos “en cámara lenta” que junto al
paquete de medidas que conforman el cepo cambiario obligarán a Cristina
Fernández a un ajuste de cuentas que llegaría recién después de las elecciones
de octubre para no alterar el ánimo social. Por último estiman que las reservas
internacionales del Banco Central terminen en US$37.000 millones para fin de
año, sin poder revertir la tendencia a la caída.
En 2011 por primera vez la balanza de pagos fue negativa y cayeron las reservas
(-US$ 6.300 millones); aún a pesar de que habían aumentado las trabas y el
intervencionismo estatal. Sin embargo, Argentina fue el único país de la región
que perdió reservas.
Desde entonces surgieron más controles, el más importante fue el ‘cepo cambiario’, pero al mismo tiempo aumentaban los gastos por la importación de energía. Así, desde Barclays en su informe trimestral que se conoce este jueves 20/06 advierten que esa situación está generando una crisis en la balanza de pagos que ocurre “en cámara lenta” pero que necesitará un rápido ajuste de cuentas antes de fin de año.
Para la entidad financiera, “los experimentos de las autoridades van en oposición a reglas económicas básicas, dado que expandir el crédito doméstico y el gasto no ayuda a reducir los desequilibrios externos”, dijo y agregó: “El mercado ya anticipó la continuidad de las políticas actuales y la cuenta vino en la forma de un brusco descenso en el nivel de reservas y fuertes presiones en el mercado paralelo”.
Barclays también redujo su estimación de crecimiento para la economía argentina y el nivel de reservas del Banco Central.
Según consigna este 20/06 el diario El Cronista, en particular, espera que el PBI aumente 2,4% en 2013 y sólo 1% en 2014, a la vez que pronosticó que las reservas terminarán en US$37.000 millones este año y se reducirán a US$32.900 millones el próximo, teniendo en cuenta que un crecimiento menor de la actividad tendrá como resultado menores importaciones y necesidades energéticas.
Adicionalmente, una brecha cambiaria alta continuará teniendo un efecto negativo en exportaciones y flujos financieros.
Y para 2015 las reservas podrían terminar en los US$21.700 millones luego del pago de deudas federales y provinciales.
Por eso, la entidad presupone que Cristina tendrá que hacer algunos cambios en el curso de sus políticas pero esos ajustes recién llegarían después de los comicios legislativos de octubre, para no alterar el ánimo social, ya bastante adverso para el kirchnerismo.
De lo contrario, Barclays augura que habría un deterioro de la economía y a su vez una pérdida de gobernabilidad que puede acelerar el declive económico.