Los desafíos y oportunidades para promover una ruralidad industrializada. Con más de 3.400 inscriptos comenzó este miércoles en el salón Metropolitano de Rosario, el XX Congreso de Aapresid. Bajo el lema “20 Veces sí”, se realizarán hasta el viernes inclusive conferencias, plenarias y talleres para analizar los nuevos desafíos del sector rural.

Durante la jornada se desarrolló en el auditorio Solomon OTEQ la conferencia “Bionergías al futuro” que puso el foco en la necesidad de planificar estratégicamente la generación de energías renovables para lograr una ruralidad industrializada. Un cambio de paradigma que se impone en el mundo ante la característica limitada de los recursos fósiles, sus elevados costos y los problemas ambientales que ocasiona.

La presentación del tema estuvo a cargo de Mario Bragachini, coordinador General INTA EEA Manfredi, Roque Stagnitta, Máster en Energías Renovables, Generación Distribuida y Eficiencia Energética y Osvaldo Bertone, gerente general de ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas). Los disertantes coincidieron en remarcar la importancia que tiene el sector rural en este desarrollo clave y estratégico y pusieron énfasis en la necesidad de políticas públicas serias en relación a la generación de las nuevas energías. “Se necesitan reglas claras, estables y sostenibles en el tiempo. Políticas públicas a largo plazo. Si eso no existe, no es posible desarrollar este tipo de proyectos que son tan costosos”, aseguró Bertone de ACA.

Durante la ponencia, Stagnitta trazó un breve diagnóstico sobre las desventajas de los combustibles fósiles y luego señaló que es primordial y urgente “cambiar la fuente de energía, cambiar el paradigma”. En esa línea destacó las variables que inexorablemente deben combinarse para que la transformación hacia la bioenergía sea exitosa en un futuro no tan lejano. Eficiencia energética, cogeneración de energía, el desarrollo de energías renovables y la generación distribuida son factores esenciales, según detalló el ingeniero.

“El productor tiene un gran recurso”, subrayó y se refirió a las ventajas que traerá aparejado este desarrollo: “Independencia energética, beneficios económicos y ambientales, agregado de valor, cluster de poblaciones rurales y generación de empleo son algunas de las potencialidades de este desafío”.

A su turno, Bragachini destacó la importancia de alentar el desarrollo de bioenergía y aseguró que es clave para que en Argentina exista un verdadero Plan Estratégico Agroalimentario, agroindustrial, participativo y federal. Sin embargo, el especialista del INTA EEA Manfredi advirtió que para que eso suceda es imprescindible la planificación, la coordinación entre estados locales, provinciales y nacionales, el asociativismo entre productores. El ingeniero agrónomo señaló que para lograr un nuevo modelo de desarrollo agroindustrial del interior con ordenamiento territorial es clave el rol de los jefes comunales. “Los 2280 intendentes del país deberán asumir el protagonismo estratégico que este proceso demanda, generar parques industriales, promover el asociativismo para que sea posible un nuevo modelo”.

Bragachini opinó que el estado argentino está evolucionando en ese sentido y estimó que de seguir en ese curso de acción podrían alcanzarse las metas fijadas para 2020. “Argentina debe producir y exportar más y la solución no está en exportar solamente commodities producidos sino en agregar valor en origen, eso es lo innovador”, remató.

Más tarde Bertone de ACA se refirió a dos proyectos concretos que ya están en marcha en ese sentido. Por un lado se refirió a la experiencia de una planta para generar biogás a partir de un criadero de cerdos. Se trata de un campo de 2400 ha ubicado en la provincia de San Luis, que opera con una producción anual de 32 mil cabezas de 120 Kg cada una. Junto a ese predio están construyendo una planta generadora de energía eléctrica con una capacidad instalada de 2.0Mkva. Funcionarán con 2 biodigestores primarios de hormigón armado calefaccionados y agitados de 3400 m³ cada uno y otros dos secundarios troncocónicos, calefaccionados y agitados de 3700 m³ cada uno.

Según indicó Bertone la generación de energía proyectada en esa planta alcanzaría una producción diaria de biogás de 12.000 m³ en la primera etapa. “El destino sería para uso propio del criadero y el resto para la venta al mercado mayorista”, explicó al tiempo que estimó que la planta comenzaría a funcionar en noviembre de este año.

Asimismo, presentó otro proyecto en proceso de elaboración. Se trata de una planta para generar bioetanol que está diagramada para operar con un mix de maíz y sorgo de bajo tanino. En este caso el predio está diseñado en Villa María, Córdoba con una capacidad operativa de 145.000 m³ anuales. “Se trata del proyecto más federal que tenemos ya que está integrado por 63 cooperativas asociadas de ACA”, señaló.

Sobre el final de su ponencia, el titular de ACA remarcó enfáticamente la necesidad de que el estado mantenga reglas claras y a largo plazo para incentivar este tipo de inversiones que son, según manifestó, muy costosas y de recupero a muy largo plazo.