El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, criticó duramente ayer al Gobierno porque en sus 11 años en el poder "no solucionó ningún problema de fondo", por tener un "desprecio absoluto por el diálogo" y porque al final del mandato dejará una "década depredada".

En su discurso de inauguración oficial de la 128» Exposición Rural de Palermo, Etchevehere fue ovacionado cuando habló de corrupción y aludió al vicepresidente Amado Boudou. "Es intolerable para todos los que se levantan al alba para trabajar y no para fabricar billetes o apropiarse de empresas ajenas", dijo.

Acompañado por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri; sus pares de la Comisión de Enlace, Eduardo Buzzi (Federación Agraria), Rubén Ferrero (Confederaciones Rurales Argentinas) y Carlos Garetto (Coninagro); industriales, banqueros, legisladores y diplomáticos extranjeros, Etchevehere le exigió al Gobierno que en los 16 meses que le restan de gestión explique cómo afrontará los problemas. "¿Va a intentar solucionar con sentido común los mayores reclamos de la gente? ¿O seguirá empecinado en caminar a ciegas hacia el porvenir?" Y remató: "Sentimos angustia e inquietud por la inflación y la inseguridad, que no paran. Por el fantasma de un default que nadie quiere, y por la falta de profesionalismo y de ética republicana de muchos funcionarios".

Dijo que el kirchnerismo contó con poder y dinero como ningún otro gobierno, pero no solucionó los problemas. "Solo en concepto de retenciones a los granos, el gobierno recaudó 76.000 millones de dólares en diez años. Se llenaron los bolsillos y recaudaron como nunca. Ningún gobierno, desde el retorno de la democracia, tuvo tanto poder y tanto dinero. Y sin embargo no solucionó ningún problema de fondo", advirtió.

Etchevehere precisó: "Fue la década depredada. Depredaron los recursos del campo, las reservas energéticas y las del Banco Central. Depredaron la credibilidad de las estadísticas públicas. Y se extiende sobre todos nosotros la sombra de un nuevo default, mientras nos dicen que la cuenta la pague el que sigue".

En la elaboración de su discurso reflejó, según contó después, lo que él mismo tomó como notas de lo ocurrido en el país y hubo aportes de la Comisión Directiva. Según trascendió, también acercó ideas el filósofo Santiago Kovadloff.

Etchevehere subrayó que el campo seguía "el camino de la prudencia", pero que no renunciaba a la "acción". Enseguida aclaró que "cuando la prudencia se convierte en inacción se transforma en cobardía". Es la misma frase que el papa Francisco le habría dicho al juez federal Ariel Lijo cuando lo recibió en el Vaticano antes de procesar al vicepresidente Amado Boudou.

El ruralista acusó al Gobierno por una "lógica" que "no funciona".

"Si se sigue aplicando lo que no funciona, no podemos esperar resultados diferentes. No se afianzará el federalismo. No habrá sustentabilidad. No habrá empleo digno ni desarrollo armónico de las provincias. Prosperará en cambio el narcotráfico. La inseguridad seguirá cosechando víctimas. Seguirán estancados nuestros ferrocarriles. La corrupción seguirá riéndose en nuestra cara", remarcó.

Sobre la corrupción, indicó que es "conspirar contra el orden democrático" y le apuntó, aunque sin mencionarlo, al procesado vicepresidente.

"El corrupto es un hombre que se aprovecha del poder político o económico para robar los dineros públicos, y para conspirar contra el orden democrático como dice la Constitución Nacional", dijo.

Presencias

Las críticas del presidente de la SRA fueron seguidas en el palco también por el presidente del radicalismo, el senador Ernesto Sanz, sus pares en el senado Alfredo De Angeli (Pro) y Juan Carlos Romero (peronismo disidente), los diputados radicales Ricardo Buryaile y Patricia De Ferrari, el massista José Ignacio de Mendiguren y el intendente de ese espacio Gustavo Posse (San Isidro) y el peronista disidente Carlos Brown.

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, envió a su ministro de Agricultura, Julián María López. Desde San Luis llegó su vicegobernador, Jorge Díaz.

La Unión Industrial Argentina (UIA) fue a pleno con su presidente, Héctor Méndez, y sus vicepresidentes José Urtubey y Daniel Funes de Rioja. Además, asistieron Jaime Campos (AEA), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Claudio Cesario (Asociación de Bancos de la Argentina), Miguel Blanco (IDEA), Carlos de la Vega (Cámara de Comercio) y Carlos Wagner (Cámara de Construcción), Diego Pérez Santisteban (Cámara de Importadores) y Enrique Mantilla (Cámara de Exportadores) entre otros. Entre los diplomáticos, uno de los concurrentes fue el embajador de China en la Argentina, Yin Hengmin.

También hubo representantes de cámaras y entidades vinculadas con el sector agropecuario y el jefe del gremio de los trabajadores rurales, Gerónimo Venegas.

Toda esta asistencia contrastó con la ausencia, una vez más, de funcionarios del gobierno nacional.

En su discurso, Etchevehere sostuvo que el Gobierno "no quiere resolver los problemas de los más necesitados".

Sobre la situación del campo, solicitó "urgente cambiar el rumbo".

Por último, frente a lo que calificó como "el desprecio absoluto por el diálogo" del oficialismo contrapuso la "convivencia en la diversidad" de la Comisión de Enlace y los "puentes de confianza" hacia otros sectores, en el Foro de Convergencia Empresaria.