Las excelentes condiciones ambientales, para el desarrollo de los cultivos en el hemisferio norte, confirmaron una transformación contundente del escenario: tras siete años de mantenerse en mínimos desafiantes, la soja norteamericana, finalmente recompondría stocks, proyectándose la definición de una cosecha histórica, bien arriba de los 100 millones de toneladas, por lo que iniciamos agosto habiendo asumido la evolución de un esquema de oferta y demanda ajustadísimo a uno holgado.
El último lunes el USDA reportó la mejora de un punto en la calificación de los cultivos, ostentando el 73% de la soja norteamericana un estado entre bueno/excelente. Si bien tenemos todo agosto por delante, ésta resulta ser la mejor condición de los últimos 20 años, por lo que la probabilidad de un record de rinde sobre record de área se vuelve cada vez más cercana, avanzado ya el ciclo productivo. Considerar, además, que hace dos décadas, la superficie sembrada estaba concentrada en la zona núcleo, con 10 millones de hectáreas menos: este año es realmente excepcional que tres cuartas partes de la soja evolucione tan favorablemente.
Los precios reaccionaron consecuentemente, la posición agosto en Chicago cayó 63 dólares en las últimas 4 semanas, mientras que la noviembre, que ya asumía un escenario fundamental más holgado representando el cambio de cosecha, perdió 52 dólares. La posición de los Fondos especulativos, por su parte, pasó de estar comprada en 55 mil contratos a vendida en 14 mil, reflejando la metamorfosis del escenario.
Por otro lado, y aunque al mercado le cueste abstraerse de la contundencia estacional de la histórica definición de una cosecha récord norteamericana, recientemente, los buenos datos de demanda, dan sostén, consolidando la idea de pausa, ya que el renovado interés comprador genuino sustenta la idea de que la inercia bajista está algo agotada.
Este último jueves 24 de julio el USDA reportó ventas externas de soja norteamericana muy por encima del rango esperado, destacándose principalmente la participación de la soja cosecha nueva: 2.451.000 tns, cuando el mercado esperaba, 1.6 Mill tns, en base a los anuncios que se conocieron de declaraciones de ventas la semana anterior.
El acumulado de registros 14/15, alcanza 15 millones de toneladas, con un total proyectado de 44,23 millones, por lo que representa ya un poco más de un tercio, a un mes, practicamente, de iniciarse el ciclo comercial (1 de septiembre). Todo esto a pesar sobreoferta sudamericana y de la buena performance de carga estacional en Brasil y de la proyección de cosecha nueva record norteamericana. Considerar, además, que a la fecha, el año pasado Estados Unidos acumulaba el mismo nivel de ventas forward registradas, aunque en julio del 2013, el USDA subestimó la demanda, proyectando exportaciones por 39,40 millones de tns, cuando el último ajuste fue a 44 millones y el acumulado en libros es de 45,80 millones.
Lo concreto es que la soja norteamericana quedó sustancialmente barata: la cotización FOB SEPTIEMBRE, cuando comienzan a aparecer los primeros lotes 14/15 en el sur, cotiza 40 dólares under, o debajo, que la soja en Paranaguá para el mismo mes, y 20 dólares debajo de la Argentina, reflejando la terminante competitividad del poroto estadounidense. La soja local quedó cara en dólares: recomendamos el desarrollo de coberturas con Puts noviembre en el MATBA: todavía está sin precio, expuesto al riesgo de mercado, la mitad de la cosecha 13/14, récord, unos 25 millones de toneladas.
China, que se espera que este año importe 73 millones de toneladas, vs las 69 estimadas para la campaña 13/14, comienza a jugar sus cartas, asumiendo que a pesar del sosiego que genera un incipiente escenario de abundancia, los precios en Chicago han perdido casi 100 dólares, y las cotizaciones FOB en el GOLFO 120, renovándose la intención de compra en estos niveles de precios, sobre todo considerando que a diferencia del maíz norteamericano, el clima todavía tiene algunas líneas pendientes.
Por el lado del maíz, el avance de los cultivos en Estados Unidos también es muy bueno, finalizando, prácticamente, la etapa clave de floración con condiciones excepcionales: el 76% del maíz mantiene la proporción de bueno/excelente y sólo 1% del total está calificado como muy malo. En el próximo informe mensual el USDA ajustará rendimientos proyectados, en base a esta contundente realidad y hay quienes indican que podrían superarse los 110 qq/ha, considerando la extraordinaria realidad de los cultivos, lo que definiría una cosecha por encima de los 370 millones de toneladas.
Dos campañas de maíz consecutivas monumentales en Estados Unidos (40% del mercado mundial), definen el lastre que siente el mercado en este momento, marcando mínimos de los últimos 10 años y manteniéndose la relación 3 a 1, con la soja, a pesar del esfuerzo productivo de este año en el poroto.
La consecuencia será ver, por un lado, una demanda mucho más activa, que animará progresivamente los precios. Creemos que las exportaciones norteamericanas de maíz 14/15 fueron fuertemente subestimadas, entre 10 y 15 millones de toneladas, considerando la plausible baja en la intención de siembra sudamericana para la próxima campaña, mientras que el consumo doméstico norteamericano gozará de excelente ánimo, teniendo en cuenta los saludables márgenes de toda la industria: desde el etanol hasta la ganadera, destacándose especialmente la avícola.
El último tramo de la trilla local de maíz, la presión de cosecha, coincide, nos animamos, con el peor momento estacional, desde el punto de vista internacional: de acá a fin de año el mercado mundial estará pesado. A la definición de la impresionante cosecha de Estados Unidos debemos sumarle la entrada de la safriña, a partir de agosto, en los próximos 4 meses Brasil carga maíz. La participación de la exportación en el mercado local pierde relevancia, tomando protagonismo la industria local, con sus ventajas (mejora relativa en la ecuación flete/precio), y sus ponderables (rigidez logística + riesgo financiero).
Por Cra. María Sol Arcidiácono - Analista de Mercados INTAGRO S.A
Fuente: AgroEducación