Carlos Casamiquela, rechazó hoy el discurso que Luis Etchevehere pronunció en ocasión de la inauguración de la 128º exposición rural, al afirmar que “creo que el balance que presentó Etchevehere sobre el desempeño del sector en la década pasada es, en el mejor de los casos, incompleto. No sé si esa mirada sesgada y parcial es producto de la ignorancia o de la conveniencia, pero sí sé que todo debate responsable parte de un análisis de la realidad objetivo y desprovisto de distorsiones".
En este sentido, el titular de la cartera agropecuaria remarcó que "los logros obtenidos por el sector agropecuario han sido instrumentales para superar una de las más profundas crisis económicas y sociales que ha vivido nuestro país”.
“El área sembrada llegó en la campaña pasada a 36 millones de hectáreas, casi un 30% más que en 2003; la producción aumentó casi un 50% hasta llegar a 100 millones de toneladas; las exportaciones del sector agropecuario y agroindustrial pasaron de 15.000 millones de dólares a 42.000 millones; la tasa de morosidad en el sector pasó del 40% en 2003 a menos del 2% en 2013; el valor de la tierra ha aumentado considerablemente, lo que en definitiva refleja el proceso de capitalización de los productores", detalló Casamiquela. Y destacó: "Ninguno de estos datos se condicen con un “panorama desolador” del sector".
Respecto a lo enumerado, el ministro apuntó que "Etchevehere no menciona estos datos, como tampoco el hecho de que Argentina es el primer exportador de peras del mundo, el primero en citrus, el segundo en miel, el tercero en granos de soja y el primero en aceite de soja, por nombrar sólo algunos de los productos en los que somos líderes".
"Esta revolución tecnológica y productiva es producto del invalorable aporte de los productores y también del sistema de ciencia, tecnología e innovación del país, que se ha recuperado luego de años de presupuestos insignificantes y ajustes de personal. El sistema científico hoy se encuentra en plena etapa de fortalecimiento y desarrollo, recuperando capacidades y ya contabilizando el regreso al país de más de mil científicos residentes en el exterior", señaló Casamiquela.
Por otra parte, el Ministro sostuvo que “el balance de Etchevehere se centra en la disminución del rodeo vacuno, pero nada dice de las sequías e inundaciones, del hecho de que la ganadería ha perdido 15 millones de hectáreas a manos de la agricultura, o que una parte importante se ha visto desplazada de la región pampeana a áreas marginales. Mucho menos menciona que indicadores de eficiencia básicos como el porcentaje de destete permanecen casi inalterados desde hace 60 años, independientemente del gobierno de turno. Tampoco hace referencia en su mensaje al crecimiento y desarrollo del sector avícola (carne y huevos) y de la producción de cerdo, que ha permitido abastecer un nivel de consumo que actualmente se encuentra en 120 kilos de carne por año, un nivel de ingesta de proteínas de origen animal tan elevado como el de países desarrollados y por encima de cualquier indicador de la Organización Mundial de la Salud".
"Cuando analiza la producción ovina, se olvida de mencionar que la caída de la producción de lanas y carne lleva más de 20 años y obedece al deterioro de los suelos y los pastos naturales de la Patagonia por el proceso de desertificación, la caída de los precios internacionales y el creciente uso de fibras sintéticas. Tampoco registra el terrible impacto en la producción ovina provocado por el volcán Hudson y otros más recientes. También se olvida de mencionar y felicitar a los productores patagónicos por el logro del reconocimiento mundial de la Patagonia libre de aftosa sin vacunación", apuntó Casamiquela.
Al referirse a la producción lechera, el titular de la cartera agropecuaria manifestó que el presidente de la SRA “evita mencionar que la desaparición de tambos es un fenómeno estructural que se da en todo el mundo, y que nuestra tasa de reducción es menor a la del promedio mundial".
"Llama poderosamente la atención que reclamen políticas diferenciadas para los pequeños productores a un gobierno que creó un área de gobierno dedicada a la agricultura familiar; cinco Centros de Investigación para trabajar sobre la creación de tecnologías adaptadas a los pequeños agricultores; la primera estación Experimental dedicada a abordar la solución a los problemas que plantea la pequeña agricultura periurbana, que apoyó la instalación y permanencia de más de 500 ferias del productor al consumidor en el país, y que trabaja decididamente en programas de acceso a la tierra y al agua de los agricultores familiares", expresó el Ministro.
En relación a esto, Casamiquela indicó que "estos datos ayudan a arrojar luz sobre el balance de la década en el sector agropecuario. No por sí mismos, sino porque comprender cabalmente el pasado es la llave para construir futuro; para ver qué y cómo podemos hacer para seguir promoviendo el desarrollo del país".
"Por estar circunstancialmente ejerciendo cargos en instituciones públicas o de la sociedad civil, tenemos una responsabilidad mayor en crear las condiciones para ese intercambio, sin sesgos ni distorsiones. Por eso es que me llama la atención cuando un dirigente con tamaña responsabilidad califica a su interlocutor como “intolerante” o “soberbio”; o cuando lo acusa de “atropello autoritario” o de promover la pobreza ex profeso para beneficiarse electoralmente. Ese no es un discurso de prudencia, moderación y responsabilidad; no son las palabras de alguien que quiere sumar en vez de dividir", aseveró el Ministro.
En esa línea, Casamiquela sostuvo: "la chicana y el agravio no conducen a una defensa eficaz de los intereses gremiales ni a pensar el desarrollo del país. Quienes eligen ese camino están guiados por intereses particulares que interfieren con la voluntad genuina de alcanzar soluciones compartidas”. Y añadió: “Todos los que tenemos algún tipo de responsabilidad institucional también tenemos la obligación de pensar el desarrollo en clave de inclusión social y analizar cada posible decisión de política en términos de sostenibilidad social y fiscal”.
Respecto a esto, Casamiquela sintetizó que “en la última década el Estado Argentino ha hecho grandes esfuerzos: hemos recuperado los ingresos laborales en los hogares pobres y se ha cambiado la tendencia del gasto público social. Como en todos los órdenes de la vida, siempre hay cosas por corregir, pero avanzar hacia una sociedad más equitativa siempre va a necesitar que aquellos sectores con mayores ingresos hagan un esfuerzo mayor que los que menos tienen. Afortunadamente, esta es una discusión que, con la excepción de unos pocos individuos, la dirigencia y la sociedad en su conjunto ha saldado”.