El titular de Federación Agraria Argentina (FAA) aseguró en una entrevista realizada en el programa "Segunda mañana" de Canal 26, que "es necesario que esta medida anunciada por Capitanich y Kicillof se acompañe de un plan integral, y que se arme una mesa abierta donde resolver los muchos problemas en los que nos han sumido, después de tantos años de mala praxis económica".

A continuación, reproducimos la desgrabación completa de la nota.

 

Diego Codini: “Hola Buzzi buen día, ¿Cómo le cayó esta medida?

 

Eduardo Buzzi: Bueno, sorprende un poco que lo hagan así de manera, a ver ¿Cuánto duró el anuncio? Un minuto, un minuto y medio? Obviamente ninguna de las entidades de productores hemos sido consultadas ni hemos sido recibidas por ninguno de estos ministros que han llegado nuevos, hace dos meses que estamos esperando que se dignen a tirar un puente hacia un diálogo constructivo con el sector agropecuario, que tiene bastante que ver en todo esto de la exportación y del ingreso de divisas a la Argentina.

Pero pareciera, hasta acá, que todavía seguimos estando en el pelotón de los enemigos de este gobierno, de tal manera que lejos estamos de ser consultados o recibidos, como creo que Capitanich está haciendo o ha hecho con algunos empresarios.

Lo concreto, en principio tiende a ordenar algo que habían desacomodado desde hace un par de años a esta parte, porque esto de que existieran tantos tipos de cambio es un desquicio que a los productores nos afectaba especialmente, porque nosotros teníamos el tipo de cambio oficial menos retenciones, por lo tanto cobrábamos con un dólar a cuatro pesos, luego estaba el oficial, el turista, el blue… era una cosa muy complicada.

Que se tienda a ordenar, a un solo tipo de cambio me parece va en un sentido correcto. Habrá que ver si el tipo de cambio oficial que se vaya fijando con esta gestión, con este tipo de cambio administrado va a seguir siendo similar al dólar del mercado libre, esto será algo que lo iremos viendo la semana próxima. Por lo pronto, lo que queda como conclusión es que con esta medida que anuncian hoy, lo que están haciendo es reconocer que el desdoblamiento, el cepo, el caos que habían generado era uno de los tantos errores cometidos por el cristinismo en este último tiempo.

Es decir, reconocen que se estaban equivocando y por eso están tomando esta decisión. En principio, para el sector productor exportador, que el tipo de cambio se vaya actualizando y vaya saliendo de ese retraso que hemos tenido desde el 2007 hasta acá, para el sector exportador de commodities, de soja, de granos, empieza a ser una buena noticia pero que no es, de ninguna manera, la única medida de política económica que se necesita para reactivar el aparato productivo, para generar confianza, para volver a tener la oportunidad de que la actividad agropecuaria y agroindustrial vuelvan a ser uno de los grandes motores de la economía argentina. Con el tipo de cambio solo no alcanza. Hay un montón de cosas que revisar, y eso es lo que está faltando.

Porque si mantienen estos niveles de retenciones para todos por igual, lo que están haciendo es que a algunos productores les va a llegar el beneficio de esta medida, pero a muchos otros no les llega, o les va a impactar de modo tal que los más grandes sigan avanzando sobre los más chicos y se siga con el proceso de concentración. Por eso hay que revisar las retenciones en el segmento de los productores más chicos, y es una de las cuestiones que no se quieren abordar en este gobierno. En el corto plazo, reconocen que está mal lo que estaban haciendo y pareciera que quieren modificarlo; que se corrija el tipo de cambio mejora parcialmente el problema de competitividad, pero también los productores tenemos muchísimos insumos vinculado con el tipo de cambio más alto.

A ver, yo recién corto con un productor de Mendoza, que no vende las uvas, ciruelas o damascos, en el mercado de Chicago, sino que vende en el mercado doméstico, le aumentan los insumos pero no le aumentan los ingresos, porque sus ingresos están vinculados con un mercado interno en pesos de consumidores que cada vez consumen menos.

De tal manera que esta medida no es para todos igual en el campo argentino, es compleja, aumentan insumos. Entonces más que nunca, luego de una medida como esta, que se toma tardíamente para revertir una decisión que tomaron hace años y ha hecho mucho daño y afectó mucho a la economía argentina, se toma a los empujones. Por si sola no mejora las condiciones para los productores agropecuarios.

 

Eleonora Rischmüller: Ud. decía que cada vez se consume menos en el mercado interno, ¿Por qué lo decía?

 

EB: Porque la gente cada vez tiene menos capacidad adquisitiva, esta modificación cambiaria lo que ha hecho es afectar a millones de argentinos al generar más inflación, menos capacidad adquisitiva, deteriora los salarios, las jubilaciones.

De modo que quienes venden al mercado doméstico le estarán vendiendo a un mercado que tiene cada vez menos capacidad de consumir fruta, carne, todo lo que producimos los productores que tenemos que pagar con un dólar más alto y venderle a los argentinos que tienen cada vez menos capacidad de comprar.

Yo no soy economista, pero el sentido común muestra esto:  si los productores usamos fertilizantes, herbicidas, etc que están cotizados con el dólar más alto, y después cuando se venden los productos de economías regionales se venden en pesos a gente a la que su peso cada vez le alcanza para comprar menos cosas. Ahora, los productores de commodities que van al mercado internacional, especialmente los que hacen soja, podrán recibir algunos beneficios parciales, pero ahí entran a jugar otros problemas: retenciones, costos internos, fletes, costo de combustibles.

Entonces una sola medida no alcanza para resolver los problemas que tenemos los productores. Yo anoche estuve en una asamblea en Godoy, sur de Santa Fe, antes de conocer este anuncio por supuesto, donde los delegados de entidades de base de la zona nos dieron mandato de que salgamos a movilizarnos, que vayamos a la autopista Rosario - Buenos aires, o frente al Banco Nación a señalar los problemas de endeudamiento de los productores.

O sea, en estos cinco o seis años han deteriorado tanto la situación de los productores que estamos muy complicados, y la modificación del tipo de cambio no resuelve los problemas y además tampoco sabemos a qué valores va a cotizar el dólar. Hoy se van a paralizar todos los mercados. Me escribió hace un rato una gerente de una molinera, que han parado todas las ventas, porque no saben qué precio ponerle a la harina, pues es difícil saber a qué valor en pesos va a cotizar una tonelada de maíz, trigo o soja, recién se sabrá la semana próxima.

Mientras tanto, la sola modificación del tipo de cambio no resuelve los muchos problemas que tiene la economía argentina. Y ahí es donde se necesitan ministros que no sigan la lógica del blanco-negro, amigo-enemigo que es lo que han hecho hasta acá. Se necesita una mesa donde resolver los muchos problemas en los que nos han sumido después de tantos años de mala praxis económica.

 

DC: ¿Qué otras medidas cree que serían claves para pensar un plan integral económico?

 

EB: Creo que hay que parar los niveles de emisión destinados a pagar subsidios de una cantidad de cosas, que terminan inyectando más pesos que terminan yendo al dólar, eso es un problema inflacionario y que alienta que haya ida hacia el dólar.

Hay que atenuar la inflación, volver a recuperar superávit comercial que se ha ido perdiendo en la Argentina, del 2007 para acá, para tener más capacidad de producción y de exportación. Sin embargo Kicillof tiene cerrada la exportación de trigo. Abrieron 500 mil toneladas homeopáticas para no usar otra palabra, y tenemos trigo almacenado que no podemos exportar. El superávit comercial es a base de producir más y exportar más.

También hay que tender al superávit fiscal, que implicaría poner en caja los gastos que han tenido hasta ahora, lo cual no significa de ningún modo hacer ajustes a los sectores más vulnerables, que deben seguir recibiendo la asignación universal, porque hay gente que sigue necesitando. Pero claramente hay que terminar con los subsidios a una cantidad de empresas, o el despropósito de la publicidad en el Fútbol para todos, y una cantidad de cuestiones que deben revisar. Así que hay que recuperar el superávit fiscal, promover el superávit comercial, atenuar los niveles inflacionarios.

Se requiere hoy un verdadero piloto de tormentas en el ministerio de economía en la Argentina, y en la Jefatura de Gabinete. Y hasta acá, uno advierte un nivel de improvisación tras improvisación que es lo que más nos preocupa. Por eso, creo que debe haber un plan integral pues la sola modificación cambiaria no va a transformar el escenario en un escenario virtuoso, ni mágicamente se van a resolver los problemas que tiene la Argentina.

Al contrario, se van a profundizar los problemas y generar nuevos, con aquellos sectores que pierden capacidad adquisitiva como los docentes, trabajadores, etc. Ni me quiero imaginar la cantidad de demandas salariales que estarán pensando los sectores obreros, con toda razón.

 

ER: ¿Qué medidas concretas piden en el sector agropecuario para poder operar?

 

EB: La primera medida concreta es actuar sobre retenciones, disminuyendo y segmentando para los productores más chicos. Las retenciones tuvieron una lógica en la crisis del 2002, cuando la rentabilidad del sector era muy alta y el país se prendía fuego. Ahora es un escenario distinto, por qué no se puede abordar o modificar las retenciones.

Otro tema es atacar el endeudamiento de los productores, de corto plazo y a alta tasa de interés. En el año ‘91 alguien con quien tengo una profunda antipatía que se llamó Domingo Cavallo, sacó lo que se llamaron las cédulas hipotecarias rurales, que fue una herramienta para llevar a la banca pública el endeudamiento privado, irregular y caro que tenían los productores en esa época. Y no las ideó un marxista leninista, lo sacó un hombre de la ortodoxia económica, pero fue algo que a los productores les sirvió.

Hoy hay muchos productores endeudados. También hay que reconocer que en el flujo comercial de trigo, carne, leche que excede nuestra capacidad de consumo se pueda exportar, de modo que signifique mejores ingresos, mejores precios y divisas para la Argentina, que hoy no se pueden hacer. Y hace falta un plan de emergencia para las economías regionales, de Cuyo, Nea, NOA, afectadas por la política económica desastrosa, por un mercado interno que cada vez tiene menos capacidad de consumo, por las distorsiones de precios que existen y que hacen que una manzana se le pague al productor $ 0.80 y el consumidor más de $15, y también por factores climáticos, las tremendas sequías y tremendos calores que agobiaron los últimos tiempos. Por eso necesitan un plan de emergencia.