Por Lucía Salinas
Expectativa y preocupación. Esas son las dos sensaciones que priman entre los funcionarios de la Casa Rosada en el arranque de la semana. Ayer, los miembros del Ejecutivo consultados por Clarín admitían su ansiedad por ver cómo se comportarán hoy los mercados cuando las casas de cambio vuelvan a vender a las personas físicas dólares para ahorro y el impacto que ese escenario financiero tendrá en los precios. “Hay que evitar que la inflación se dispare y seguir de cerca a quienes integran el programa de Precios Cuidados”, contó una fuente oficial.
En medio de días de tensión por la situación cambiaria, el vicepresidente Amado Boudou quedó formalmente a cargo del Ejecutivo Nacional por el viaje de Cristina Kirchner a Cuba. El vice adquirió desde la llegada del jefe de Gabinete Jorge Capitanich un bajo perfil y perdió protagonismo político. “En lo administrativo Boudou quedó a cargo, pero a la cabeza del Gobierno está Capitanich en estos días que no está Cristina, como viene sucediendo en los últimos meses”, sostuvo un ministro.
El fin de semana no hubo descanso para muchos funcionarios. La información sobre las decisiones en materia financiera trasciende poco en los pasillos de la Casa Rosada. “Es un trabajo con hermetismo por la delicadeza del tema y el equipo económico está trabajando sobre la situación”, explicó una fuente que no integra ese equipo.
Entre los funcionarios económicos, la interna más evidente es la que separa al ministro Axel Kicillof y el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray. “Con Echegaray hay malestar hace tiempo y se reporta directamente a Cristina (Kirchner)”, contó un alto funcionario.
El aislamiento es tal que a varios ministros les sorprendió la marcha atrás del titular del Palacio de Hacienda de ayer en Página/12, cuando se desdijo de lo que él mismo había anunciado y sostuvo que seguirá el recargo del 35% para las compras en el exterior. “Aún no hay fecha oficial para la implementación del 20% para turismo, se irá evaluando durante estas semanas”, arriesgó un funcionario.
En Balcarce 50 nadie quiere hablar de “ajuste”, pero señalan que hay que tomar medidas que “defiendan el modelo como hasta ahora, pero con un gasto eficiente”. “Hay que volver al equilibrio fiscal”, explicó un integrante del Gabinete.
Kicillof se mantuvo en contacto por teléfono con la Presidenta, que desde el viernes está en Cuba donde participará de la reunión del Celac que se inicia mañana. Antes de viajar, el viernes por la tarde convocó en Olivos a Capitanich, Kicillof, al presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, y al jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray.
En el Gobierno dicen que confían en lo que denominan un “plan estructural” a largo plazo y “que se apoya en la reindustrialización y que apuesta a la producción de combustibles, para importar cada vez menos, que es por donde se pierden gran parte de las divisas”. “Pero para mañana, para la coyuntura, se va viendo el día a día”, confesó un ministro. Sin embargo, otra fuente oficial remarca que “hay instrumentos para corregir si hay otra suba del dólar”.
La situación cambiaria tensa que se vivió la semana pasada condujo al Gobierno a flexibilizar el cepo al dólar. Hoy, las expectativas están colocadas en cómo impactará en los precios de los productos de la canasta básica la medida anunciada el viernes pasado por el jefe de Gabinete en el mercado financiero y también la devaluación del 20% que el Gobierno imprimó al peso en lo que va del año bajo la gestión de Kicillof.
Para eso habrá un monitoreo de los valores de ciertos productos –como autos, electrodomésticos u otros que tengan insumos ligados a la cotización de la divisa– y que habrá sanciones si se detectan abusos, anticipó el fin de semana el ministro coordinador.
El Gobierno pone la mira en los precios internos en el arranque de semana. “No deben subir los precios, de hacerlo en casos de insumos importados tienen que explicar por qué, pero no hay razón para que suceda”, anticipó una fuente oficial.