En su despedida de la Secretaría de Comercio Interior, que ocupó un poco más de siete años, Guillermo Moreno prometió "no renunciar a la lucha" y anunció que se "volcará" a la militancia en el PJ porteño, aunque su próximo destino es Roma, donde será agregado comercial de la embajada argentina.

"Hay momentos en que hay que estar en el frente y hay momentos en que hay que estar en la retaguardia, pero está claro que no vamos a renunciar a la lucha", exclamó Moreno ante un grupo de empleados y militantes reunidos en el noveno piso de la sede de la Secretaría de Comercio Interior, en la avenida Roca al 600.

"Desde hoy vuelvo a ser un militante de la Capital Federal", añadió enseguida.

Lo escuchaban, entre otros, el piquetero Luis DElía y el diputado kirchnerista y dirigente de La Cámpora Andrés "El Cuervo" Larroque.

También participaron del acto militantes de La Cámpora, de la Juventud Peronista y trabajadores del Mercado Central, uno de los bastiones de la gestión de Moreno. El salón estaba decorado con banderas y globos con la leyenda "Gracias compañero Moreno".

En un discurso plagado de menciones a su condición de "militante" y a su pasado como "militante juvenil", Moreno llegó a decir frases como "sigo siendo de la JUP", por la Juventud Universitaria Peronista y aseguró: "Es más difícil ser el secretario general de una unidad básica, que ser secretario de Estado".

Según consignó la agencia DyN, el ahora ex funcionario dijo sentirse "conmovido por el respaldo recibido" en sus años como mandamás de Comercio Interior.

El color de la despedida de Moreno, cuya salida del Gobierno fue anunciada hace casi dos semanas, corrió por cuenta de un grupo identificado con banderas de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra).

Apostados frente a la sede de la Secretaría animaron la despedida con petardos y bombas de estruendo jóvenes identificados con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra). Allí se instaló una pantalla gigante para que la ceremonia pudiera seguirse también desde la calle.

Tras recordar al cervecero Saúl Ubaldini, secretario general de la CGT en la década del 80, Moreno afirmó: "Nos vamos con la satisfacción del deber cumplido".

Cuando promediaba su mensaje, dijo que el traspaso con su reemplazante, Augusto Costa, un economista allegado al ministro de Economía, Axel Kicillof, fue "ordenado, como corresponde a dos compañeros que comparten la misma causa".