El retorno de Cristina está rodeado de fantasmas promovidos por el silencio oficial y el manejo confuso de datos que deberían ser del dominio público. Su vuelta no fue anunciada por el médico presidencial, ni por la Fundación Favaloro, ni siquiera por el jefe de Gabinete. Fue una “primicia” de Estela de Carlotto quien, sin embargo, falló en la fecha: por motivos que se desconocen, Cristina no volvió el lunes pasado, sino que lo hará el próximo. ¿Cuál fue el motivo del retraso?
Nadie lo sabe, o nadie lo dice.
He escuchado, en estos días, todo tipo de versiones verosímiles sobre la salud presidencial. Verosímiles y contradictorias. Hay quienes sostienen que Cristina es víctima de la Enfermedad de Pick, un mal neurodegenerativo que provoca la destrucción de células nerviosas del cerebro (el mal de Pick deteriora las habilidades sociales y hace que quien lo sufre presente momentos de desinhibición, irritación, bromas fuera de lugar, depresión y demencia semántica). Otras fuentes, igualmente creíbles, sostienen exactamente lo contrario: está mejor que nunca, recuperada y dispuesta a reasumir el ejercicio del poder. Unos y otros mencionan el importante rol de los hijos en su restablecimiento y, a la vez, la demanda de ambos de que se aleje del poder para conservar su salud.
“Ya lo perdimos a papá”, citan como la frase frecuente en ese contexto.
“Me parece que no se puede hablar de la vuelta de Cristina, porque no vuelve Cristina sino un trozo de ella ”, le dijo a Clarín Jorge Giacobbe, de Giacobbe Consultores. Eso es lo que dicen los reportes médicos. Lo que se está discutiendo en público es qué porcentaje de ella vuelve.
Giacobbe es todavía más audaz: “Desde la opinión pública la gente se olvidó de Cristina. Nadie se pregunta por ella en la calle”.
Giacobbe coincide, también, en la proliferación de silencios: “ Hay una grosería institucional enorme, de tener al vice encerrado y que el hijo de la Presidenta dé las ordenes. Es un grupo de gente que se apoderó del poder por lazo familiar, sin ningún tipo de formalidad que lo acredite. Me llama la atención que de todo esto no se hable”. La analista de opinión pública Graciela Romer se detiene en el aumento de la imagen positiva de Cristina, con cifras de alrededor del 40%. “Pero se verificó antes del 27 de octubre que no pudo ser transmitido a los candidatos del oficialismo. El ciudadano común, aún el más reactivo hacia la actual gestión, ha reducido sus críticas al gobierno por empatía a la enfermedad”.
¿Cuánta máquina es media máquina? Entre rumores, fuentes del propio gobierno difundieron algunas pistas: Cristina atenderá en Olivos, donde permanece desde hace un mes y donde acondicionan un despacho para que retome el trabajo diario. No viajará en helicóptero y menos en avión, y será reemplazada por Boudou en los actos públicos. Tanto la Cámpora como el Vatayón Militante (la organización acusada de sacar presos para los actos K) ya organizaron fiestas para el reencuentro con “la Jefa ”, y el blog Eliminando Variables informó sobre la nueva infraestructura que el Gobierno contratará para renovar el Relato: a través de la licitación pública 24/2013 expediente 0006302/2013 de la Jefatura de Gabinete de Ministros se contrata una serie de equipos y servicios de producción de enorme envergadura. Las especificaciones piden cobertura audiovisual dentro y fuera del país con tres cámaras high definition, el uso de satélites de enlace de alcance global, acoplamiento a redes de fibra óptica, generación de contenidos para la web, transmisión en vivo, generación de efectos de video, edición y posproducción con tres salas mínimo y capacidad de operación simultánea, junto a un estudio de 350/400 metros cuadrados en Capital Federal provisto de sistemas de luces, cámaras y audio, y personal técnico y operativo disponible los siete días de la semana las veinticuatro horas. ¿Se vendrá, entonces, la “maratón” Cristina? (ver pág. 8) Fabián Perechodnik lo duda: “Si vuelve desde Olivos y vemos en la foto a Zannini y Parrilli despachando con ella, la lectura pública será que ella no está para volver a pleno. Da la idea de una vuelta progresiva y lenta. Por lo tanto no podría ejercer la Presidencia, porque no se puede ser presidente part time”.
En diálogo con Clarín, Rosendo Fraga recurre a la historia para explicar el futuro: “Nunca el kirchnerismo en casi un cuarto de siglo en el poder provincial y luego nacional ha realizado un cambio de gabinete, entendiendo por tal renovar la mitad o más del mismo, incorporando figuras nuevas que amplíen la base de sustentación del gobierno. Sólo realiza ajustes, cambiando de lugar a funcionarios ya conocidos”.
“La presidente –sigue Fraga– en realidad debió haber tomado licencia delegando realmente el poder como lo establece la Constitución. A cambio de ello, delegó sólo la firma y la representación, como si hubiera viajado al exterior. Lo sensato hubiera sido que la Presidenta pidiera licencia y se tomara todo el tiempo que fuera necesario para recuperar su salud. Pero ello no resulta coherente con el hiperpresidencialismo”.
¿Qué Cristina es la que vuelve? Ya no hay mucho que esperar para saberlo.