Todos reconocen el 106 que marcó el tablero de legisladores presentes en el recinto el jueves pasado como "auspicioso" punto de partida, pero saben que el camino hacia el 129, -el número de diputados necesario para habilitar la sesión en la que quieren discutir su proyecto para bajar las retenciones- es sinuoso y puede llegar a ser largo.
Por eso, en medio del nuevo paro del agro, los líderes de la oposición y la Comisión de Enlace afinan estrategias para convencer a los 23 diputados que les faltan. En la lista de "persuadibles" aparecen legisladores del bloque SI, que lidera Eduardo Macaluse, Claudio Lozano y kirchneristas enojados con el Gobierno.
Meta inicial. El primer objetivo es repetir un escenario similar al de julio del año pasado, cuando las retenciones móviles se discutieron en la Cámara de Diputados, En aquel momento, el proyecto de la Casa Rosada logró media sanción, pero con el voto en contra de 122 diputados. "Ese tiene que ser nuestro piso. Queremos partir de esa base que en algún momento tuvimos", dijeron a lanacion.com legisladores y ruralistas que están al frente de las negociaciones.
En esa situación, la de haber rechazado la 125 pero no haberse sumado al intento opositor de volver a discutir las retenciones en el Congreso están, además de Macaluse y Lozano y los entrerrianos Cristina Cremer, mujer de Jorge Busti, Gustavo Zavallo y María de los Angeles Petit, entre otros.
El segundo paso es avanzar sobre legisladores de otras provincias afectadas por la crisis del agro. En este punto, aparecen con más posibilidades de poder ser sumados a la causa legisladores de Córdoba, cuyo gobernador Juan Schiaretti defiende los reclamos del campo, de Corrientes, gobernada por el cobista Arturo Colombi, y algunos de Buenos Aires.
Ultimo recurso. Pero allí no se agotará el reclutamiento. "Sí o sí vamos a tener que convencer a algunos del Frente", dijo a lanacion.com un diputado involucrado en las negociaciones. El Frente es el Frente para la Victoria, el bloque kirhnerista que preside el santafecino Agustín Rossi.
La difícil tarea está en manos de Felipe Solá. El resto de la oposición confía en que su condición de ex kirchnerista lo pone en las mejores condiciones para convencer a legisladores que, como él, estén furiosos con la Casa Rosada, pero todavía no se animan a dar el portazo.
"Hay muchos diputados bajo una presión tremenda. Están de acuerdo con el campo y quisieran dar quórum, pero sufren tanta presión que no lo hacen", graficó a lanacion.com un hombre del agro acostumbrado a hablar con legisladores. Tanto desde el agro como desde la oposición, afirman que la decisión del Gobierno de repartir el dinero que recauda por retenciones a la soja fue "el broche de oro para consagrar la presión". "Se los está apretando con promesas de fondos y eso parece imbatible, pero confiamos en que van a terminar dándose vuelta", se ilusionó un diputado en diálogo con este medio.
¿Cuándo?. Otro de los temas que los líderes de la oposición y la dirigencia rural tienen que decidir es para cuándo pedirán la nueva sesión especial. En principio, tenían previsto hacerlo recién la semana próxima, para tener más tiempo para convencer a los dudosos. Pero la catarata de acontecimientos que sacudieron la coyuntura desde el jueves pasado, - sobre todo el anuncio del Gobierno sobre la distribución de las retenciones y el nuevo paro del campo con fuerte presencia en las rutas-, acelerar los tiempos.
"Las opciones son pedirla para este jueves o dejarla para el martes o jueves de la semana próxima", dijeron a este medio.
Las dos opciones implican riesgo. Si fuera este jueves, "competirían" con la atención que va a acaparar el debate por el adelantamiento de las elecciones en el Senado. Si fuera la semana que viene, podrían perder la fuerza que el nuevo paro del campo le da a los reclamos del sector.
Con todas estas variables en juego, y con el 129 como obsesión, la oposición y el campo estudian cuidadosamente cada uno de los pasos por seguir.