Duró cuatro meses en los que los retenciones a los granos subieron y bajaron al compás de la movilidad dispuesta por la Resolución 125, que ahora será derogada. Con el tributo de nuevo "fijo" y en los valores previos al 11 de marzo, los productores recuperarán algo más que la tranquilidad: por la soja que todavía retienen en el campo cobrarán al menos 1.250 millones de dólares adicionales.

El decreto 1176 que firmó ayer la presidenta Cristina Kirchner ordenó retrotraer las alícuotas de los derechos a la exportación agrícola a los niveles de noviembre pasado, cuando la suba anterior de retenciones. Así, la soja volverá a tributar 35%, el girasol 32%, el trigo 28% y el maíz 25%. A los valores de ayer, cada embarque de soja dejaba en el Fisco 45,6%, el girasol 41,2%, el trigo 26,2% y el maíz 26,2%.

Para los chacareros, que todavía tienen la mitad de la cosecha de soja en su poder, unas 25 millones de toneladas, esto implicará una suba inmediata. La soja, a precio FAS (al productor) cotizaba a unos $ 900 por tonelada, y ahora debería subir a entre 1.000 y 1.050 pesos. Esto es, cerca de 50 dólares más por tonelada. Los mercados locales, que ayer volvieron a operar con fuertes subas, están descontando este hecho: entre jueves y viernes la soja pasó de valer 303 dólares a 325 dólares. Esta inyección de dinero al sector, que para algunos podría configurar una renta extraordinaria , para la a mayoría de los productores resultaba crucial. En pocas semanas más deben comenzar la siembra de granos gruesos y con el esquema impositivo tal como estaba, muchos --dicen-- no iban a poder repetir la inversión de la campaña anterior. Debido a la fuerte suba de los insumos, con las retenciones móviles tal como estaban los arrendatarios podían volver a sembrar solo 60/70% de la superficie de 2008. Por eso, con este retroceso también parece ganar la macroeconomía, que ahora se asegura una buena cosecha para 2009.

Otro dato clave: al menos hasta que el Congreso defina una nueva fórmula, las retenciones volverán a ser fijas y por lo tanto podrán volver a operar los mercados a futuros, tanto los formales (el porteño Matba y el rosarino Rofex) como los foward (es la venta anticipada del productor al exportador). En ambas modalidades, las ventas programadas cayeron bruscamente estos cuatro meses.

Desde 2002, con el regreso de las retenciones, la alícuota para la soja fue subiendo sin pausa. Arrancó en 13,5% y rápidamente pasó al 23,5%. A principios de 2007, Néstor Kirchner decidió elevarla cuatro puntos porcentuales para financiar las compensaciones cruzadas a la industria alimenticia. De ese 27,5% pasó en noviembre pasado, tras una fuerte escalada de los precios internacionales, al 35%. El 11 de marzo, las retenciones móviles arrancaron en 44% y llegaron a un pico del 49% cuando el poroto se acercó a US$ 600.