TENDENCIAS CLIMÁTICAS

La evolución de las temperaturas de las aguas superficiales de la cuenca del Pacífico Ecuatorial central, presentan una mezcla que en términos del indicador ENSO (El Niño/La Niña) afianzan el estado de Neutralidad. Lo que viene sorprendiendo en este último mes es una tendencia de los modelos de pronóstico a retrasar la aparición del fenómeno La Niña. Lo que está claro es que el presunto enfriamiento viene siendo lento y débil, es decir, a este ritmo, agosto no va a salir de la neutralidad y no sorprendería que septiembre se mantenga dentro de este comportamiento

La transición intermensual de las temperaturas superficiales se refleja en el mapa, donde se ve que el promedio de las anomalías térmicas de la cuenca del Pacifico Ecuatorial central, se mantiene dentro del rango de neutralidad. La surgencia de aguas frías sobre la costa sudamericana fue más importante en mayo y luego se fue aplacando. La mezcla permitió la convergencia hacia la neutralidad pero no siguió acelerando hacia el enfriamiento. Esta es una lectura que puede tener un indicio favorable, entendiendo que, si los pronósticos futuros continúan proyectando el escenario Niña, el mismo seguramente no será de una intensidad significativa.

Durante las próximas semanas se publicarán nuevos pronósticos respecto de la evolución del indicador ENSO para los próximos meses. En muchas ocasiones hemos comentado que por la salida de los pronósticos de finales de agosto tienen una alta validación con lo que termina sucediendo en el semestre cálido. Por lo pronto la aparición de La Niña se mantiene, pero puede haber sorpresas en cuanto a duración e intensidad, en general más corta y más débil de lo previsto inicialmente.

Del mismo modo que lo mencionamos a comienzo de julio, el proceso de recomposición del patrón pluvial depende enteramente de lo que suceda en la escala regional. Para esto el mes de agosto se va desplegando y no presenta las mejores herramientas climáticas como para provocar cambios de magnitud. Es decir, si nos basamos en el comportamiento climático de las dos variables principales y las cruzamos con las necesidades hídricas actuales, el panorama resultante no permite ser optimista, principalmente sobre la franja oeste.

El arranque del mes de agosto se ha presentado con una fuerte circulación de aire del sector norte, luego apareció un nuevo enfriamiento y desactivo todos los sistemas precipitantes. Hubo buenas lluvias en el este y sur bonaerense, pero muy pobres en la zona núcleo. Si bien en los próximos días los vientos nuevamente facilitaran una mezcla de aire con ascenso térmica, seguimos en con una estructura atmosférica muy estable. Vamos a una semana con una importante circulación de aire húmedo, sin embargo la respuesta en lluvias sigue siendo pobre, mejor para el sudoeste bonaerense, norte de la Patagonia y el norte de la Mesopotamia.

Estos primeros indicios de cambio que se vienen dando a lo largo del mes de agosto, seguramente no serán suficientes. O sea, la situación actual requiere mejoras perentorias y generalizadas. Lo que se está anticipando son mejoras esporádicas y zonificadas. Lograr una consistencia pluvial durante el mes de agosto no parece ser muy probable. El mes de septiembre se perfila con mayor nivel de actividad, pero todavía no se establecen condiciones que permitan anticipar una normalización importante de las precipitaciones.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El indicador ENSO se mantiene posición neutral. Si bien el fenómeno La Niña sigue apareciendo en las soluciones de los modelos, se espera una confirmación en los próximos pronósticos de un evento más corto y más débil.

2. La escala regional apenas muestra los primeros indicios de aumento de la actividad conducente a generar sistemas precipitantes de mejor volumen. La limitación de las llegadas de aire polar estancado en la Patagonia, permite mejorar la performance para este mes. Sin el rigor de los enfriamientos y con llegada de aire oceánico, la provincia de BA ha sido la primera en beneficiarse con algún cambio positivo. El resto de la franja este del país depende más de la humedad que baje desde el trópico, algo que se puede dar en forma más consistente en la segunda parte del mes. Como sea agosto es un mes difícil para lograr valores pluviales normales en la franja central del país, esto sería más posible para el este bonaerense.

3. La transición agosto-septiembre comenzará a mostrar hacia donde evoluciona la primavera. Partiendo de la situación actual, el reclamo de lluvias de buen volumen parece no estar alineado con la inercia que puede presentar la persistente deficiencia pluvial de gran escala. Entendemos que pueden esperarse mejoras, algunos eventos que permitan mantener los lotes de la fina que logren sortear favorablemente el mes de agosto. Por lo pronto no se perfilan lluvias generosas. El arranque del trimestre de primavera, seria con lluvias que seguirán teniendo el techo en las lluvias normales.

4. Las temperaturas se moderan significativamente. El periodo más frio del año ha sido entre mayo y julio. Desde la última década de julio se viene observando un cambio de circulación. Las heladas tenderán a quedar en las provincias del sur de la región pampeana. Los enfriamientos que alcancen posiciones muy avanzadas sobre el centro ya serán más esporádicos.