De esta manera, considerando ese volumen, hasta el momento autorizó de la campaña 2014/2015 la venta de 4,2 millones del cereal. Por otra parte, habilitó una cuota para colocar 100.000 toneladas de harina.
Consultadas por LA NACION, fuentes del mercado consideraron que la autorización de trigo no tendrá impacto para mejorar los precios a los productores. En rigor, hasta hoy, los exportadores tienen compradas 6,45 millones de toneladas. Es decir, el millón habilitado ya lo adquirieron.
En el sector sostienen que el Gobierno podría haber abierto más trigo. Sólo en el sudeste bonaerense, principal región del cultivo, habría en los silobolsas entre 2 y 2,5 millones de toneladas de baja calidad que no tienen salida para los molinos locales, pero que podrían exportarse.
"Para mí, quedan por liberar otros tres millones de toneladas", opinó Javier Buján, de Kimei Cereales.
Kicillof sigue con la política de aperturas parciales que no generan competencia en el mercado.
El Gobierno tendrá que definir cómo distribuye el cupo anunciado ayer. Si lo hace como con una reciente cuota, 640.000 toneladas, un 64%, deberían tocarle a Ciara, cámara que agrupa a las grandes exportadoras. Otras 200.000 toneladas, un 20%, se lo reservaría la Secretaría de Comercio para repartir por su cuenta y a quien considere. Y el resto, 160.000 toneladas, 16%, iría para Capeco, cámara ligada al Gobierno y sobre la cual hay dudas sobre el manejo interno que hace de los cupos.