“No hay que dejar que se instale en la opinión pública y en los candidatos presidenciales que una buena política para el campo en el próximo gobierno es liberar exportaciones y bajar retenciones al trigo y maíz pero no tocar los impuestos a la soja, como si la oleaginosa fuera la compensación que pide el Estado al campo por bajar retenciones a otros cultivos”.
La afirmación la hizo el presidente de Acsoja, Rodolfo Rossi, en su discurso de apertura del seminario anual de la entidad que reúne a toda la cadena sojera, que se llevó a cabo esta semana en la Bolsa de Comercio de Rosario.
De todas formas, Rossi se ocupó de aclarar que está en el ADN de Acsoja sostener que el poroto no es la única opción de siembra.
“Es parte del potencial argentino y como su cultivo desproporcionado atenta contra la sustentabilidad del sistema, impulsamos las rotaciones”, dijo.
A lo que realmente le está poniendo el acento -y se notó no sólo en su discurso sino en todo el contenido del seminario- es a la máxima preocupación del sector actual: la pérdida de rentabilidad.
Así como el año pasado la cumbre de Acsoja se focalizó en la irrupción de malezas resistentes y la baja calidad proteica del poroto, esta vez el “trending topic” fue cómo hacer frente a un escenario de rentabilidad negativa que -de no haber cambios profundos en la presión impositiva- seguirá en la próxima campaña.
De esta forma, sobresalieron paneles focalizados en aspectos económicos, cuya máxima expresión fue, quizás, la charla titulada “Soja en el NOA, una muerte anunciada”.
“El semáforo está en rojo. Los rendimientos récord de esta campaña taparon quebrantos empresarios y una menor inversión en tecnología”, completó Rossi, quien reclamó baja de retenciones, devolución de saldos técnicos de IVA, menor presión fiscal provincial, quitar trabas a importaciones de insumos, eliminar el control cambiario, reducir la burocracia portuaria, más infraestructura de transporte y mayor contención política ante crecientes conflictos gremiales.
A la hora de las recomendaciones comerciales para combatir la baja de la rentabilidad, Marcelo Comisso, jefe de “Research” del Rofex, sostuvo que “retener granos para permanecer dolarizados sin cobertura es una alternativa riesgosa y también sumamente costosa”, sobre todo “ante un escenario que aumenta la incertidumbre por la profundización del atraso cambiario”. Por esta causa, el técnico rosarino recomendó distintos tipos de estrategias de coberturas, tanto de precio como de tipo de cambio, a través de los mercados de futuros y opciones.
En esa línea se movió también Hernán Fernández, analista de la corredora de granos Enrique Zeni, quien avizoró un escenario internacional bajista para los granos, producto del dólar firme, del petróleo en baja y una posible suba de tasas de interés.
“Hoy, el productor parece un hamster, corriendo sobre una rueda siempre en el mismo lugar, porque lo veo sólo poniendo atención en lo que pasa en su lote, cuando para este momento vendría mejor que sea como una suricata, porque ellas sin dejar de hacer lo suyo siempre están muy atentas a lo que ocurre a su alrededor, que en este caso sería la gestión comercial”, recomendó.
Finalmente, el climatólogo Eduardo Sierra pronosticó para este año “un clima con situaciones de extremos”, pasando de tormentas severas a un invierno cálido con períodos de 45 días sin lluvias, y por eso recomendó suscribir seguros agropecuarios.
“Es propio de un año El Niño, como será este, que genera condiciones para que haya buenos rindes, si bien no creo que se repitan los récord de la campaña 2014/2015, pero que -precisamente por eso- es bajista en precios”, concluyó.
En un anticipo de lo que se hablará en los próximos meses, el seminario de Acsoja mostró claramente que los costos de producción y el clima ocuparán la primera plana. Será otro año con variados matices, además de los políticos.