El mercado internacional sigue en baja. Como si se tratara de una piedra al desprenderse de una colina, la soja sigue su recorrido por la ley de gravedad.
En Chicago acumula 8 bajas consecutivas, sin muestras de reacción para revertir aunque sea en parte la tendencia negativa.
Se encuentra visiblemente por debajo de 500 dólares, es decir en el precio más bajo de los últimos 6 meses.
El precio a noviembre, que es el mes de inicio de la cosecha americana, ha quedado por debajo de 415 dólares.
En el mercado de Rosario, la situación de la plaza internacional obstaculiza la concreción de negocios. No sólo la industria aceitera sino también las empresas de exportación no mostraron vocación de compra.
En el Mercado a Término de Rosario (ROFEX), el contrato fábrica Julio muestra un valor de a $ 2.368 y el contrato fábrica Agosto cotiza a 287 dólares.
¿Qué está pasando?
Las condiciones del cultivo de soja en EE.UU son las mejores de los últimos 20 años. Nada menos que eso. Algo reconocido -lo que golpea doblemente en los mercados- por el USDA.
Con la información del USDA, los fondos hacen de las suyas. Y la presión a la venta no deja establecer un piso duradero.
Las tomas de ganancias por parte de los fondos de las últimas dos jornadas y la liquidación de posiciones compradas de los operadores en Chicago, ha dejado caer un poco de nafta sobre el fuego.
En nuestro país, los tenedores y productores de soja está en estado de shock. Nadie preveía semejantes caídas.
Es hora de reaccionar frente a la adversidad porque es posible que los valores hayan resultado de manifestaciones exageradas sobre las condiciones favorables de los cultivos en el norte.
La resiliencia, es decir la capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas, es la virtud a la que deberíamos llamar.
Recordemos el partido de Brasil. Al segundo gol, los jugadores quedaron como árboles plantados en la cancha. Que no suceda ello.
Con la cabeza fría, habrá que aguardar, haciendo uso –para el caso de aquellos que aún no lo han hecho de los mercados de futuros- para al menos fijar un piso.