MADRID.- Los más grandes operadores del mercado financiero global, desde la Argentina hasta Europa, pasando por los Estados Unidos, apuestan a que la Argentina no caerá en una catástrofe el próximo 1° de agosto, después del vencimiento del plazo para no entrar en default. Lo hacen desde hace meses y lo siguieron haciendo, aunque las noticias que llegaban desde los Estados Unidos y los tribunales de ese país y las reacciones de las autoridades locales hayan sido cada vez peores.

Apuestan los especuladores a que Cristina Kirchner finalmente tomará la opción más razonable. Y encontrará la forma de "vender" el arreglo con los fondos buitre envuelto en un discurso "revolucionario".

Juzgan a la Argentina por su potencial, por las rentabilidades futuras de Vaca Muerta y en otras áreas donde las necesidades y oportunidades son colosales. Por eso mantienen posiciones especulativas en activos argentinos y no se han desplomado los bonos y las acciones y no ha saltado a la estratosfera la cotización del dólar blue.

Otros no tienen tanta suerte. El jueves pasado, Jenaro García Marín, CEO y fundador de la operadora española de wi-fi GoWex, debía exponer en un foro internacional sobre las ventajas y oportunidades de las nuevas tecnologías de la comunicación. No lo hizo.

Dos días antes, una misteriosa y oscura consultora, para colmo llamada Gotham City (Ciudad Gótica), publicó un informe lapidario que decía que los balances de la empresa estaban inflados. Muchos especulaban con que tras la poco conocida analista había quienes podían beneficiarse con un desplome de las acciones de GoWex. Ciudad Gótica confesó que podría obtener ganancias con la baja.

La confirmación de las teorías conspirativas no cambió el escenario. La acción cayó 42% el miércoles, y el jueves fue retirada de cotización.

No era que la empresa no tuviera potencial ni buenas relaciones con el Partido Popular en el poder. Era la elegida para tener en poco tiempo a Madrid, administrada por Ana Botella, la esposa del ex presidente del gobierno del PP José María Aznar, totalmente cubierta por wi-fi gratuito. Hoy debía comenzar la instalación en las diez mayores estaciones del subterráneo de la capital española.

Anteayer, García Martín debió aceptar que el informe de Gotham City es cierto y pidió perdón por falsear las cifras. Por su cotización bursátil, GoWex valía unos US$ 1400 millones. Ciudad Gótica dijo que en realidad debía valer cero, pese al potencial que le adjudicaban. El mercado comienza a darle la razón.

El caso argentino

El gobierno argentino y sus vergonzosas estadísticas no fueron desenmascarados por desconocidos de sospechable reputación e intereses, sino por el G-20, grupo que el país está orgulloso de integrar.

El propio Axel Kicillof, a quien el escritor y periodista Jorge Asís apoda casualmente "el gótico", confesó las mentiras del Indec al hacer un índice nuevo. Desnudó que las cifras de crecimiento fueron infladas y que mientras se trataba de evitar que el precio del pan aumentara unos centavos se regalaron miles de millones de dólares a tenedores de bonos actualizados por el falso crecimiento, entre los cuales se encuentran nada menos que algunos de los funcionarios que hicieron las falsificaciones.

Sigue, además, ocultando cifras oficiales de pobreza e indigencia, que todos saben que son mucho más altas que las que, sin ningún fundamento ni estudio, el oficialismo mecha en sus discursos propagandísticos.

Al mercado no le ha importado tanto como para abandonar a la Argentina, anticipar la catástrofe de un default abierto y huir antes de que comience la avalancha. Todos esperan que Cristina Kirchner sea razonable y salve la ropa y su herencia en lugar de incendiarse a lo bonzo.

Los especuladores trabajan a favor y no en contra, como dijeron en una politiquera solicitada una multitud de personajes que se dicen intelectuales y no pierden oportunidad de demostrar su ignorancia.

Son los mismos que apoyaron y defienden la publicidad que a veces repite hasta la Presidenta, según la cual la "Vieja Europa" está colapsada por no seguir el modelo argentino, hacer el default, abandonar el euro y dinamitar la Unión Europea para "recuperar soberanía".

La economía española se recupera lenta pero visiblemente porque hizo lo contrario. Su sistema financiero ha sido saneado y será supervisado más estrechamente por el Banco Central Europeo.

Y regirá a fin de año una ley de transparencia pública que evite escándalos como los que llevaron a abdicar a Juan Carlos I, entre otros.

Muchos "intelectuales" argentinos defienden, en cambio, que no se juzgue a los funcionarios acusados, que no se difundan las sentencias judiciales, que no se revisen o ni siquiera se confeccionen las estadísticas oficiales. A eso le llaman democracia, soberanía y República.