El símbolo dinámico chino denominado yin-yan se trasladó al mercado de la soja en Chicago, poniendo de relieve las limitadas existencias  actuales que necesitan cada vez más de flujos de importación para hacer frente a la demanda, con un futuro que presagia abultadas disponibilidades.

A eso se le suele llamar “spread”, “pase”, “inverse”, etc. Llámese como se lo llame, la diferencia entre las posiciones Chicago mayo y noviembre, que el pasado viernes 9 de mayo trepó por encima de los 100 U$S, es histórica: se debe remontar a julio de 2009 para encontrar valores cercanos, que no superaron sin embargo los 90 U$S.

Cabe señalar que cuando una de las energías que componen el yin-yan llega a su máxima expresión, inicia la transformación en su opuesto: esto es lo que representan los dos puntos en el símbolo. En su máxima expresión, “el yang contiene la semilla del yin, tanto como el yin contiene la semilla del yang”.

Dicho de otra manera, “Chicago mayo tiene la semilla de noviembre, y Noviembre Chicago la de mayo”.

Dado que el Tao tiende siempre a encontrar el equilibrio, el famoso “inverse” tarde o temprano se deberá equilibrar. Queda preguntarse a que valor se llegará al equilibrio en Chicago, y si el mercado argentino, en este caso julio y noviembre, está o no equilibrado.

Para responder a ello se debe analizar previamente cómo se originó el yin-yan en Chicago.

China le otorgó este año una prima de riesgo al poroto americano mucho más allá de lo que se esperaba el mercado.

El primer importador mundial de beens poco se interesó en las recientes mejoras logísticas de los cariocas, ni tampoco en la caída de los inventarios portuarios de maíz de este año que le darían más oxigeno sin lugar a dudas a la salida de la soja brasileña, como finalmente vimos en marzo y abril pasados. Pero los chinos dudaron este año, y solo tuvieron inscripto en sus retinas la fila de buques en rada (foto satelital tomada en septiembre 2013) esperando que Paranaguá (y por supuesto Santos) aceleraran el loading.

Así fue que los chinos barrieron el piso del Mississippi para luego volverlo a ensuciar de soja brasileña que inicialmente estaba destinada a su propio suelo.

Luego la demanda brasileña se hizo genuina de manera tal que ya no se pudo hablar más de switch: “el hasta hace poco primer exportador mundial de beens le importa proteína al hasta hace poco primer exportador mundial de beens”. ¿Cambio de mazo? No, simplemente una modificación momentánea en la manera de distribuir los naipes.

El que es mano siempre reparte.

Y siempre se vuelve al equilibrio, como nos recuerdan los chinos hace ya más de 5000 años.

Tarde o temprano se reconstituirán las existencias limitadas, y si le creemos al USDA, ello se dará de manera violenta este año ya que los Estados-Unidos podrían casi duplicar su relación stock/consumo de soja en la campaña 2014/15.

Dejando de lado las campañas 2005/06 y 2006/07 en donde se registraron rendimientos históricos en torno a los 29 qx/ha, hay que retrotraerse a la campaña 1998/99 para encontrar una relación stock/consumo superior a la prevista por el USDA en 2014/15.

Es cierto que el Departamento de agricultura americano le apuesta tanto a un rinde como a un área de siembra que nunca han tenido lugar en los Estados-Unidos, y por otra parte, ya sabemos que lo que se estima para Sudamérica no tiene ningún valor objetivo.

Sucede que hoy estamos localmente en torno a los 321 U$S a la par entre julio y noviembre, y dicho valor está indexado a un contexto actual con una soja americana a 539 U$S, y para nada a un contexto futuro, aún no conocido pero al día de hoy reflejado, en 446 U$S.

Dicho de otra manera, ¿Hasta cuándo el Matba julio/noviembre permanecerá “sin pase” cuando el mismo en Chicago mayo/noviembre trepa por los cielos?

Los fundamentals locales no son los mismos; Argentina es única, es cierto. Pero no nos olvidemos: “el que reparte siempre es mano”.