Tensa quietud. 12.02 del mediodía. Dos horas habían pasado desde la apertura del mercado y, con un dólar que en las pantallas marcaba $ 7,50, no había quién se animara a vender.

12.13. El mercado seguía virtualmente paralizado. El dólar había escalado a $ 7,60, y el Banco Central seguía sin participar.

12.23. La divisa toca los $ 8 para la venta y aparece alguna oferta. Lejos estaba de satisfacer la demanda de importadores y bancos.

12.26. El dólar siguió escalando. Las pantallas marcaban casi $ 8,40 para la venta.

12.40. Alarma. El Central salió por primera vez a vender dólares a $ 8.

En apenas 38 minutos, el Banco Central convalidó el jueves 23 de enero, una devaluación de 12%, la más alta desde que el país abandonó la convertibilidad. En el peor momento del día, el presidente de la autoridad monetaria, Juan Carlos Fábrega, se comunicó personalmente con varios banqueros y les pidió colaboración.

Después de haber dejado que el tipo de cambio se deslizara 24 centavos el miércoles 22/1, el BCRA terminó ayer a las 15hs.  marcando un dólar de $ 7,75 en el mercado mayorista, donde operan los bancos, y de $ 8,01 en las pizarras de la City porteña.

A diferencia de la rueda anterior, vendió ayer dólares para contener la estampida del cambio oficial, lo que le costó otros US$ 100 millones de sus reservas, que terminaron en US$29.263 millones, US$ 180 millones por debajo del miércoles, por pagos de obligaciones al exterior. "Cuando se entendió que el precio del dólar no era el adecuado, intervinimos", explicaron en el BCRA.

Pero, en el mercado, esa participación, lejos de aplacar el nerviosismo, provocó confusión. Sobre todo después de que, a primera hora de la mañana, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijera que no era el Gobierno el que estaba induciendo la devaluación, sino que era "la libre oferta y demanda de divisas la que se expresó en el mercado".