Lluvias y tormentas significativas se hicieron presentes en la región pampeana. Las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y el norte bonaerense comenzaron a recibir lluvias desde el 27 de diciembre y se han generalizado en los primeros días de enero. El valor de estas lluvias es incalculable para los cultivos de la región y corta una situación, que de haberse extendido en enero, hubiera puesto a los cultivos de la región al borde del colapso.
En esta última semana se observaron lluvias muy heterogéneas que fueron ganando continuidad con el comienzo del nuevo año en toda la zona. También hubo tormentas de vientos y violentas lluvias convectivas en sectores donde los acumulados fueron superiores a los 100 mm, como en Hernando, Córdoba, donde se registraron 118 mm. Se destacan también Pellegrini, Santa Fe, donde se registraron 63,2 mm. En promedio Santa Fe recibió lluvias de entre 20 y 50 mm, y seguían sumándose milímetros durante la tarde del 2 de enero. En el norte de Buenos Aires, los acumulados apenas rondaron entre 10 y 20 mm. El resto de Buenos Aires ha quedado fuera de este evento pluviométrico.
jueves, 02 de enero de 2014- precipitación acumulada en las últimas 72 horas
La ola de calor se extendió durante 16 días en la región. Para encontrar un antecedente de calor semejante hay que retroceder hasta diciembre de 1971 cuando un evento similar se abatió durante 11 días.
En las siguientes imágenes se observan la cantidad de horas por encima de los 30°C para todo el mes de diciembre de 2013 y 2012.
La preocupación que generó este evento trajo a la memoria lo que pasaba durante el 2008. Llama la atención que la cantidad de horas por encima de los 30°C para el reciente mes de diciembre es de 175 a 275 horas y es apenas inferior al total de los tres meses -diciembre, enero y febrero- de la campaña 2008/09 que alcanzó 200 a 325 horas.
A nivel nacional, la comparación entre las reservas de agua para una pradera de este último período frente a lo que pasaba en el 2009, muestran, que pese al record de calor, las reservas de agua en los suelos son notoriamente superiores.
Las últimas precipitaciones registradas traen un nuevo impulso en el desarrollo del maíz, que viene muy deteriorado por la falta de agua y las elevadas temperaturas registradas a lo largo de todo el mes de diciembre. También permitirá terminar las siembras tardías que no pudieron realizarse. El maíz de primera está en una fase de alto consumo de agua y durante los próximos 15 días se necesitarían precipitaciones entre 80 y 120 mm para desarrollarse en condiciones óptimas. Las expectativas para la próxima semana señalan descenso temporario de temperatura, especialmente entre el viernes y sábado. La rotación del viento al sector norte aportará humedad desde el norte del país y sur de Brasil y Paraguay por lo que pueden desarrollarse nuevamente tormentas a partir del miércoles 8 de enero.