El proteccionismo de la Comisión Europea, que impondrá elevados derechos por presuntas prácticas de dumping al biodiesel argentino en forma definitiva para fines de noviembre, generará  pérdidas de más de mil millones de dólares en exportaciones y caídas de precio de la cadena sojera.

CARBIO (Cámara de Biocombustibles de Argentina)  mantuvo en las últimas horas reuniones  técnicas  en Bruselas con la Comisión Europea en donde los abogados que representan a la industria argentina presentaron los argumentos para rechazar la decisión de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea de imponer en forma definitiva elevados derechos de importación como resultado de la investigación por presuntas prácticas de dumping.

La aplicación de esa medida haría colapsar a la industria argentina de biodiesel repercutiendo en toda la cadena sojera, ya que la Argentina fabrica todo su biodiesel sobre la base de la soja.

La Comisión Europea enviará en los próximos días a los Estados Miembros de la Unión Europea la propuesta de establecer derechos de importación entre 22 y el 26% para el biodiesel argentino. Esta propuesta se votó el día 22 de Octubre y se implementará a partir del día 28 de Noviembre.

A éste habrá que agregarle un impuesto del 6,5% que regirá desde enero próximo. Hoy la Argentina no paga ese valor por ser considerada una economía marginal dado que se encuadra dentro del Sistema General de Preferencia (SGP)”.

En Europa, la European Biodiesel Board (EEB), impulsora de la denuncia contra la industria argentina e Indonesia por competencia desleal, muestra su satisfacción, tras criticar en mayo las medidas provisionales por considerarlas insuficientes. Recuerdan la situación de un mercado donde Argentina e Indonesia copan más del 90% de las importaciones de biodiésel de Europa, y en las que dichas medidas provisionales no han hecho mella.

Según publicaron en el Diario Lanacion, la fijación de derechos antidumping a las exportaciones de biodiesel argentino, también agregará un factor bajista al precio de la soja.

"El precio del poroto va a bajar", advirtió Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), entidad que reúne a las grandes empresas exportadoras nacionales y multinacionales que en los últimos años instalaron plantas de biodiésel al lado de las fábricas de molienda de soja en el sur de Santa Fe.

En 2012 se exportaron 1,5 millones de toneladas de biodiésel, mientras que este año se llegaría apenas a las 500.000 toneladas.

¿Cómo hacer que la industria de biocombustibles no quiebre?

Para los industriales, una de las alternativas para evitar que la industria de biocombustible quiebre es que el Gobierno aumente el porcentaje de biodiésel con el que hoy se mezcla el gasoil, de 7 por ciento.

"Se podría duplicar el consumo actual, que llega a 700.000 toneladas de biodiésel", estimó Zubizarreta. Eso, a su vez, podría beneficiar la balanza comercial, ya que se reducirían las importaciones de gasoil. Pero para eso, afirman los industriales, debería corregirse una asimetría impositiva, ya que el combustible importado no paga impuestos, mientras que el biodiésel tiene una carga impositiva de 41 por ciento.

La crisis del biodiésel, si no hay un cambio de escenario, podría demorarse más de un año en solucionarse. "La Comisión Europea penaliza a una industria que es eficiente, como la argentina, mientras protege a una que no lo es", sostiene el consultor Gustavo Idígoras.

"Es un caso que deberá resolver la Organización Mundial del Comercio (OMC) y eso no llevará menos de un año", explicó el especialista.