El 2012 no fue un buen año para el Biodiesel. El Gobierno nacional expropió las acciones del Grupo Repsol en YPF y a partir de entonces las exportaciones se precipitaron en una preocupante caída. Si bien totalizaron un número similar al año anterior, 2.390.218 toneladas, el grueso de las operaciones se desarrolló durante el primer semestre del año, por contratos anteriores que debían cumplirse.
La Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo aumentó las retenciones y eliminó reintegros por alrededor de un 10 por ciento, como así también suspendió la suba del contenido de biodiesel en el gasoil previsto para alcanzar un 10 por ciento en octubre pasado, dejándolo en el 7.
El Director Ejecutivo y Socio Fundador de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, apunta que este organismo creado para regular la actividad “viene incrementando su presión en contra de los biocombustibles en general y del biodiesel en particular, como así también sobre las energías renovables en su totalidad”
Molina aseguró que hasta fines de julio del 2012, el Programa Nacional de Biocombustibles estaba bajo la órbita del Ministerio de Planificación Federal y funcionaba muy bien; con la creación de la Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo, constituida por el Ministerio de Economía, de Industria y de Planificación, las decisiones en materia de política de biocombustibles se corrieron de eje y las consecuencias están a la vista, según informó elinversoronline.com
Sin tener sólidos fundamentos en contrario, advierte que “quieren terminar con el apoyo del Gobierno a las energías renovables”. Por lo que conoce, explica que los funcionarios encargados del área “consideran que son más caras, que hay petróleo y gas para doscientos años y que, además, las renovables crecieron en medio de negociados”.
Molina acusó a la Unidad Ejecutiva de no interesarse por las cuestiones ambientales y menos aún por el impacto de la industria del biodiesel en la economía, “dos buenos fundamentos para profundizar el programa de incentivos a su producción”
“Débora Giorgi, la Ministra de Industria, tiene mucha afinidad con la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), entidad que hace lo imposible para detener el desarrollo de los biocombustibles”, denunció. A viva voz, cuenta que “viene expresándose en el sentido de que al Gobierno ya no le resulta estratégica la industria de los biocombustibles”. De ahí, sospecha que tuvo que ver en la eliminación del acceso de los biocombustibles al Fondo de Financiamiento del Bicentenario.