La producción total de tomate mexicano para el año comercial 2013/2014
(Octubre/Septiembre) alcanzaría las 2.3 millones de toneladas métricas,
suponiendo condiciones climáticas favorables y precios internacionales
atractivos para la fruta, detalla un informe del Departamento de Agricultura de
EE.UU (USDA).
Sin embargo, el reporte señala que la producción dependerá del desarrollo del
acuerdo de suspensión que existe sobre la fruta entre EE.UU y México, y que
estableció nuevos precios por el producto.
En el caso del año comercial 2012/2013, la producción sumaría 2.2 millones de toneladas métricas, debido a condiciones climáticas poco favorables y a la reducción de la superficie productiva en algunos estados, decisión tomada por algunos productores ante la incertidumbre de las negociaciones con EE.UU.
Por su parte se prevé que las exportaciones de la fruta en el año comercial 2012/2013 mantengan los mismos niveles del año comercial anterior (2011/2012), con 1.4 millones de toneladas métricas.
“Sin embargo, la estimación final dependerá de la demanda durante la temporada de verano, ya que algunos productores están a la espera que más tomates se cosechen en EE.UU. y Canadá, mercados que creyeron que la participación de México se reduciría sustancialmente debido a las negociaciones del acuerdo de suspensión”, consigna el documento.
Agricultura protegida
Si bien la superficie total plantada con tomates ha ido disminuyendo en el país, los rendimientos han aumentado gracias al establecimiento de áreas de agricultura protegida (invernaderos, túneles). Esta situación es posible observarla en estados productores de tomate como Sinaloa y Baja California, al tiempo que otros estados han comenzado a construir este tipo de infraestructuras para cultivar, además de tomates, pepinos, frutillas, pimientos, calabacines y flores.
Según fuentes de la industria, la agricultura protegida está creciendo en México debido a que los agricultores están cada vez más conscientes de los beneficios que este tipo de producción trae en términos de calidad, control de plagas y una menor exposición a los riesgos del cambio climático.