Santiago Bilinkis expuso una parte resumida, por razones de tiempo, de una presentación que lo ha catapultado como todo un gurú de las tecnologías futuras pero que ya tienen base de lanzamiento en el presente. Este autodenominado “emprendedor serial”, fundador de Officenet, asegura que "la vida no cambió nada en los últimos 5000 años, pero lo hará de manera exponencial en los próximos 50".
Afirmación a la que introdujo de la siguiente manera: “Prácticamente todas las tecnologías que utilizamos cotidianamente han tenido, en general, un avance muy lento, lo cual llevó a que las grandes utopías que alguna vez creímos iban a materializarse en el futuro, terminaran en grandes decepciones”.
Como ejemplo, citó el caso de uno de los grandes inventos de la humanidad: “Hoy un auto cambió mucho estéticamente, pero su velocidad máxima y consumo de combustible, no. Cuando éramos chicos pensábamos que en el 2000 los autos iban a volar, pero lo cierto es que desde su invención, en 80 años, la velocidad máxima de un auto y su consumo no mejoraron mucho; la tasa de mejora anual no roza el 2 por ciento”.
“Estamos acostumbrados a que la mayoría de lo que usamos mejore un poquito cada año”. La única tecnología que se rige distinto es la de las computadoras. La diferencia está en que las tecnologías de acceso cotidiano evolucionan linealmente, mientras que las computadoras lo hacen exponencialmente”, señaló Bilinkis, y agregó: “Si un fitito hubiera evolucionado al mismo ritmo que lo hicieron las computadoras, hoy el “fitito” andaría a 297 mil kilómetros por hora”.
“En el caso de las computadoras nos equivocamos al revés porque superaron enormemente las expectativas”, remarcó Bilinkis, para quien lo que viene será intenso. “Se cree que el mundo ha cambiado mucho en los últimos 5000 años, pero en realidad no ha cambiado prácticamente nada. Es mayor el cambio que va a tener lugar en los próximos 50 años que en los últimos 5000”, afirmó.
Para Federico Seineldín, quien lo sucedió en la disertación, es justamente la innovación la clave para enfrentar un mundo futuro lleno de dificultades: “Para cuando seamos 9000 millones vamos a necesitar dos planetas al ritmo de consumo que sostenemos los que estamos hoy”, dijo, pero dejó en claro que no se debe centrar el esfuerzo en la mera búsqueda de una evolución tecnológica: “Para el mundo que se viene se necesita de innovar, no sólo en bienes tecnológicos, sino también en las áreas sociales, culturales y medioambientales”, sostuvo.
Para Seineldin, “hoy, una de las responsabilidades más grandes del sector privado es tratar de generar servicios y soluciones para mitigar el sufrimiento del sistema vida. Ser ético es facto de alta rentabilidad, no serlo es insostenible. Es imposible seguir sosteniendo una doble ética, una con nuestros hijos y otra cuando salimos al ruedo empresarial”, añadió el director de Globant, que en paráfrasis de Ghandi sostuvo que “si queremos un mundo diferente, no podemos mantenernos indiferentes”.