Las transformaciones apuntan a aumentar la competitividad y transferir conocimientos para profundizar los cambios. Continuo este jueves el XX Congreso de Aapresid. Bajo el lema “20 veces sí”, se desarrollan en el salón Metropolitano de Rosario (Santa Fe) conferencias, plenarias y talleres que reúnen a los principales exponentes de la SD. Con más de 3 mil participantes el desafío de esta vigésima edición es analizar la experiencia de las últimas dos décadas y planificar los desafíos hacía el 2032.
En ese marco se desarrolló en el auditorio Solomon OTEQ la plenaria “Generación de conocimientos en red: el aprender produciendo”, a cargo de Susana Grosso, Doctora en Estudios Rurales, Coordinación de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la Cátedra de Desarrollo Rural y Ética de la Facultad de Ciencias Agrarias del Litoral (UNL) y Hugo Blanco, Asesor de CREA sur de Santa Fe.
Los disertantes se explayaron sobre la necesidad de cambiar de paradigma en relación a los sistemas de producción y profundizaron sobre la generación de conocimiento en red y su transferencia como una manera estratégica de lograr competitividad e innovar en los sistemas productivos.
“Siempre hay una tendencia humana a desechar la complejidad, nos incomodan los cambios, nos desestabilizan pero la única realidad es que el cambio es constante, pararse en un nuevo paradigma es poder reconocer la cancha en la que estamos jugando. En el simplismo perdemos mucho porque la falta de cambio es una verdadera pérdida”, expresó Blanco e invitó de ese modo a sumarse a las transformaciones en materia tecnológica y productiva para generar mayor competitividad y lograr tener más rindes por hectárea para generar más y mejores alimentos.
El Ingeniero Agrónomo trazó un diagnóstico sobre la situación actual de demanda de alimentos en el mundo y ensayó algunas cifras para 2050. Expuso datos que avizoran un futuro promisorio para aquellos productores agrícolas que comprendan los cambios inexorables a los que hay que adaptarse para mejorar la productividad por hectárea teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente y los efectos adversos del cambio climático.
En ese contexto, Blanco presentó los desafíos de implementar los Sistemas de chacras. Se trata de modelos de trabajo para el desarrollo de tecnología agropecuaria sustentable, ajustadas a las condiciones particulares de los distintos ambientes y sistemas de producción. Asimismo, estos esquemas contemplan la capacitación y la transferencia a los usuarios.
Blanco consideró que adoptar esa estrategia será fundamental para incorporar “más conocimiento por metro cuadrado de cultivo por hora” y en consecuencia, la producción de más y mejores alimentos. Los sistemas de chacras representan la agricultura del futuro”, resaltó.
”No podemos perder el tiempo el cambio está acá”, subrayó y puso de ese modo en valor el modelo de chacras. “Aapresid capturó ese sistema como un eje temático. Eso es una mirada innovadora y de trascendencia”
Por su parte, Grosso se refirió al trabajo en red y a la necesidad de gestionar las organizaciones agroalimentarias. Indicó que es relevante la capacitación para trazar planes de mejora de la actividad. En esa línea se refirió a los fondos de inversión y especificó las ventajas según cada programa.