Hasta hace algunas semanas, la seca que azota Sudamerica, incluía a Argentina, Uruguay y sur de Brasil, pero en la próxima semana, los meteorólogos advierten que se agregará también el centro y norte de Brasil.
El calor y la escasez de lluvias complican la campaña gruesa desde noviembre pasado. Se calcula un déficit de precipitaciones en algo más del 70% para la región sojera. Ya se cubrió el 75% del área prevista, pero la misma fue reducida por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, de casi 19 millones a 18,5 millones de hectáreas.
Asimismo, ante la falta de lluvias y la presencia de temperaturas muy elevadas, cinco provincias productoras (Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos) alertaron que la cosecha de soja y maíz muy posiblemente se resentirá el próximo año.
De acuerdo a datos provistos por Juan Tomás Ávalos, productor agropecuario de la localidad bonaerense de General Belgrano, en esa región todavía hay humedad en el subsuelo, pero dadas las altas temperaturas, cercanas a los 36º C, no hay amplitud térmica y esto afecta al proceso de polinización del maíz.
De modo que la condición es crítica, aunque muchos se muestran esperanzados con que las lluvias pronosticadas para el próximo martes 04 de enero reviertan las condiciones de estrés actuales que sufren los cultivos de la gruesa.
En tanto, la soja de primera implantada en zona núcleo resiste pero precisa de lluvias de manera perentoria.
Guillermo Catellucci, productor de la zona bonaerense de Coronel Pringles, se expresó acerca de las últimas precipitaciones tras los feriados por navidad, las cuales dejaron acumulados en la región de unos 10 mm., pero las mismas no ayudaron a aliviar la situación. “En los últimos 15 días se dieron acumulados de unos 20 mm. en total”, expresó Castellucci. Y agregó “La soja de primera de esta zona sufrió mucho estrés hídrico y se encuentra muy seca, actualmente a unos 10 cm. del suelo. Para revertir la condición actual precisamos acumulados de 50- 70 mm. y que bajen las temperaturas durante el día, que hoy están en el orden de los 30º a 33º C”.
Daniel Gaiara, productor agropecuario de Trenel, provincia de La Pampa, coincide con Ávalos y con Catellucci en los pobres registros de precipitaciones caídos en las principales zonas productivas del país. En esa zona, Gaiara declaró que “a pesar de que las labores de siembra se encuentran prácticamente finalizadas, las lluvias han dejado entre 10 y 20 mm. y han llegado a muy pocas zonas agrícolas. Esta situación la vemos repetida desde hace 3 a 4 años”.
Asimismo, expresó que “la producción de soja y maíz en Trenel está muy retrasada, con temperaturas que van desde los 38º a 40º C. En enero sabemos que serán contadas, pero esperemos en febrero se reanuden las lluvias, porque precisamos de entre 40 a 50 mm. para que los cultivos puedan tener un buen desarrollo”.
La realidad en Entre Ríos fue explicada por Armando Cudini, productor de la zona de Victoria, quien no difirió de los comentarios anteriores: “Han llovido a lo sumo, unos 20 mm. en los últimos días, con acumulados muy dispares en el mes de diciembre que no superaron los 50 mm. en el mes. Y estamos así desde hace unos dos meses”.
Los maíces que se encuentran en etapa de floración no han mejorado, por el contrario, su condición se ha resentido seriamente y presentan estrés hídrico. La soja de primera, en tanto, se mantiene. Y el que sí ha logrado resultados óptimos es el trigo, el cual, tras la cosecha, arrojó rindes que superaron los 50 qq/ha., llegando en algunas zonas agrícolas hasta 90 qq/ha., cuando lo normal son 30- 40 qq/ha.
Con respecto a la implantación de la soja de segunda, Cudini manifestó que “casi no se ha sembrado debido a la sequedad del suelo y la escasez de lluvias”. Y agregó: “lo ideal sería que cayeran, por lo menos, unos 50 mm. para poder avanzar. Pero parece que las lluvias se han quedado del otro lado del río, estacionadas en la provincia de Santa Fe. De hecho, el sur de la provincia recibió acumulados desde hasta 60 mm. Luego las mismas se han dispersado, y no llegaron con fuerza en aquellas zonas donde eran necesarias”.
Tras ser consultado acerca de la gravedad de este fenómeno en Victoria, Cudini realizó una revisión histórica y mencionó la grave sequía sufrida en el 2008, que provocó una pérdida de casi el 100% en la cosecha del maíz, con rindes de apenas unos 20 qq/ha.
“Para esta campaña también se pronostican rindes pobres en maíz, pero los mismos se aguardan en el orden de los 30 a 50 qq/ha. El mayor problema es la falta de lluvias. Hasta me animaría a decir que ya es tarde para el maíz si se anuncian lluvias en los próximos días. En cambio, dependiendo de las zonas, la soja podría llegar a revertir su condición actual”, concluyó Cudini.