Cautela. Esa parece ser la premisa entre los productores rurales de casi todo el país tras la "limitación", según el término utilizado por el Poder Ejecutivo, de la resolución 125 que, en rigor, retrotraería las alícuotas por derechos de exportación de granos a los niveles que tenían el 10 de marzo último.

Es que la gran incógnita será con qué precios abrirán los mercados granarios y, sobre todo, qué impacto tendrá en los mercados de futuro el regreso a las retenciones al 35%.

Esto es así porque el decreto firmado por la presidenta Cristina Kirchner sólo saldrá publicado hoy en el Boletín Oficial, razón por la cual a partir de ese momento tendrán vigencia las medidas anunciadas el viernes último por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Tras la primera reacción de alegría por el rechazo histórico del Senado a las retenciones móviles, en el campo empezó el tiempo de la espera y la evaluación.

"Hay un cambio anímico notable, pero todavía hay que hacer números después de que se constituya el mercado y sepamos cuánto van a valer la soja y el maíz", le dijo Alfredo Bel, uno de los referentes de la Federación Agraria en Paraná, a LA NACION.

El productor adelantó, no obstante, que habrá la mitad del trigo sembrado con respecto al año pasado.

"El trigo ya está jugado: lo que no se sembró ya no se hará, aunque en este caso hubo un componente económico, climático y anímico", indicó Bel. En relación con el maíz y el girasol, sostuvo que es prematuro determinar cuánto se sembrará, pero admitió que con la derogación de la resolución 125 "hay un estado de ánimo mejorado y la cuestión espiritual del productor parece haberse serenado".

"Con retenciones al 35 por ciento, la producción de soja no cerraba para muchos ni tampoco el maíz. Ahora hay que esperar a ver cómo quedan los precios en Rosario y de eso dependerá la actitud en todo Entre Ríos", agregó.

En Santa Fe, en tanto, los corredores granarios sostenían ayer que se incrementarán las ventas, especialmente de la soja guardada en silos en campos y cooperativas, por lo que también se incrementará el ritmo de trabajo en los puertos y aceiteras del principal polo oleaginoso del país, instalado en el Gran Rosario, desde Timbres hasta Villa Constitución.

En cuanto a la siembra de trigo, los chacareros aún no están decididos a encarar la campaña. El principal inconveniente lo constituye la sequía. En la zona central y oeste de esta provincia, en 77 días sólo llovió entre 6 y 10 milímetros, por lo que se verifica un déficit de 250 milímetros en comparación con el promedio histórico.

Al igual que en otras provincias, los productores de Córdoba están atentos a la publicación del decreto, que cambió el humor de la zona.

"Las primeras sensaciones fueron de alivio y sobre todo de satisfacción por el resultado de una lucha de cuatro meses", ilustró Víctor Gasparini, de la Federación Agraria de Oncativo.

El valor de la soja

Por su parte, Juan Carlos Martínez, presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, dijo que no ve a los productores por vender. "Sí tienen todavía algunas incertidumbres", apuntó Gasparini, como cuál será el valor de la soja luego de la derogación de la resolución 125.

También quieren ver qué otras señales emite el gobierno a partir de ahora. Así, en el norte de Córdoba, ya hubo reuniones para analizar otras cuestiones que preocupan. Específicamente, apuntan al proyecto de ley de arrendamientos.

"Tiene que salir bien porque, de lo contrario, puede ser peor el remedio que se quiere buscar que la enfermedad", observó el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, César Zoldano.

Actividad interna

Por último, los productores rurales de La Pampa también se mostraron cautelosos. "Luego de la derogación de la resolución 125, no se van a producir ventas masivas", dijo Jorge Arocena, presidente de la Sociedad Rural de General Pico.

Pedro González Gomila, vocal de la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, dijo que "hay incertidumbre por las políticas nacionales, bajas de precio por el cierre de los mercados extranjeros del trigo y una importante sequía". "Nosotros no confiamos en este gobierno", expresó González Gomila. "Si bien se derogó la 125, no sabemos con qué nos va a salir", concluyó el ruralista, desnudando la desconfianza que el Gobierno generó en el campo tras cuatro meses de conflicto.