En ambos casos, fue el presidente del cuerpo quien debió desempatar aquellas extenuantes jornadas y en las que fueron protagonistas personajes de la política que aún hoy mantienen vigencia, en algunos casos impensada en ese entonces.
El caso más reciente fue la sanción de la derogación de la ley de subversión económica. Aquella histórica sesión ocurrió en la madrugada del 1° de julio de 2002, cuando la administración de Eduardo Duhalde se jugaba una apuesta fuerte en su intento por despenalizar el castigo a los grandes delitos económicos.
Esa sesión pasó a la historia porque una de sus principales protagonistas fue Cristina Fernández de Kirchner. Por aquel entonces, la Presidenta era senadora nacional y había convertido su rechazo al proyecto en una cruzada para la cual no escatimó esfuerzos. Tanto, que puso el avión de la gobernación de Santa Cruz a disposición del senador correntino Lázaro Chiappe para que pudiera llegar al Senado a votar en contra.
En esa madrugada, la suerte del proyecto comenzó a decidirse luego de que la senadora Amanda Isidori (UCR-Río Negro) anunciara que se retiraba del recinto a pedido de su gobernador, Pablo Verani, para favorecer al oficialismo.
Paradojas de la política, hoy Cristina Kirchner reclama verticalismo a sus senadores, mientras que Verani rechaza el proyecto del Gobierno.
Con el retiro de Isidori, la votación en general quedó igualada en 34 votos, lo que le permitió a Juan Carlos Maqueda (PJ-Córdoba), aplicar su doble voto como presidente provisional del cuerpo y desempatar a favor del Gobierno.
Déficit cero
Un año antes, el Senado había sido escenario de otro debate no apto para cardíacos. Fue cuando discutió la denominada ley de déficit cero, en julio de 2001. Como ayer con las retenciones móviles, el Senado debía sancionar lo aprobado por la Cámara de Diputados sin tocarle una coma.
El momento culminante ocurrió en plena madrugada, cuando se discutía el artículo 10, que era el que establecía recortes a jubilaciones y salarios. La disputa terminó igualada en 21 votos, con una abstención, provocando un clima gélido en el recinto.
Fue entonces cuando el jefe de la bancada radical, José Genoud (Mendoza), rompió el silencio: ?Es un empate, presidente. Tiene que desempatar?, dijo. Recién ahí su correligionario Mario Losada (Misiones), que ocupaba la presidencia del cuerpo por la renuncia de Carlos Chacho Alvarez, reaccionó y volvió a votar, y así rompió la paridad.