"Que la historia me juzgue. Es la decisión más difícil de mi vida", dijo el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, quien tuvo que desempatar sobre la raya de las 4.30 de hoy. Sorpresivamente, el mendocino votó por el "no" y las retenciones kirchneristas sufrieron el rechazo del Senado de la Nación.
El proyecto oficial, el cual había tenido media sanción en Diputados, obtuvo 36 adhesiones y 36 votos en contra en la Cámara de Senadores. El vicepresidente se vio obligado a desempatar y rechazó el sistema de alícuotas impulsado por el Ejecutivo. El proyecto vuelve a la Cámara baja.
Durante su discurso, Cobos pidió un cuarto intermedio, algo que fue rechazado por el bloque oficialista, por lo que finalmente tuvo que comunicar su decisión. "No puedo acompañar, estoy actuando de acuerdo a mis convicciones. Le digo a la Presidente de los argentinos que tiene la oportunidad de enviar un nuevo proyecto que contemple todo lo que se ha dicho, todos los aportes que se han brindado o aquí mismo", señaló. Luego, con voz temblorosa, antes de retirarse del recinto, soltó: "Que la Justicia me juzgue, pido perdón si me equivoco".
Minutos antes, el vicepresidente de la Nación había aclarado que sabía que "el país nos está mirando y hay gente en las calles esperando del Congreso una respuesta, una respuesta que no tiene porque traducirse en una derrota o en una victoria, sino una respuesta que solucione este conflicto". Sin embargo, observó: "Obviamente que el consenso no esta presente. Está el país partido". Luego, continuó aceptando que "este debe ser el momento mas difícil de mi vida", ya que a un "un hombre de carne y hueso se le generan contradicciones".
Si bien el día arrancó con cinco legisladores indecisos, durante el transcurso de los minutos todo se fue dilucidando: José Martínez (Tierra del Fuego) y Teresita Quintela (La Rioja) se pronunciaron por el no, en tanto que Adriana Bortolozzi (Formosa) optó por votar a favor.
En el mismo sentido se pronunció Ramón Saadi, quien argumentó que la resolución 125 contribuye a "despegar los precios internos de los internacionales" y "para resguardar la mesa de los argentinos y la redistribución de la riqueza". Además, realizó una fuerte defensa del esquema de compensaciones.
Sólo restaba conocer la posición del radical K de Santiago del Estero, Emilio Rached, quien llegó pasadas las 15,30 al recinto y prefirió mantener el silencio, generando aún más intriga y nerviosismo, hasta casi el final del debate.
Por otra parte, el santafesino Carlos Reutemann se quejó del esquema oficial de retenciones, y ratificó el voto en contra del dictamen de mayoría. "Frente a nosotros tenemos una situación tan grave que si no nos unimos, seremos los culpables de la desintegración del pueblo", resaltó el Lole.
En su momento, Adolfo Rodríguez Saá, de la Alianza Frente Justicialista, dijo, dirigiéndose a Julio Cobos: "El resultado de la votación casi con seguridad y en este histórico debate con la presencia de la totalidad de los parlamentarios va a ser empate. Va a tener la histórica decisión ante la vista del pueblo argentino de tener que desempatar". Y así fue.
El último orador, el senador rionegrino Miguel Pichetto dijo que "la política implica dar la cara en las buenas y en las malas". El jefe del bloque del Frente para la Victoria criticó a senadores del peronismo y a los aliados del gobierno y les reclamó que "nadie que haya acompañado a este gobierno elegido hace seis meses hoy puede votar en contra de ese programa que ellos mismos apoyaron hace solamente seis meses atrás".
A las 5 de la madrugada, los líderes de las entidades ruralistas seguían festejando, eufóricos, con un grito unificador: Argentina, Argentina". Las sombras consumían a la Casa Rosada.