SE VALIDA LA TENDENCIA

Desde comienzos del otoño las temperaturas mostraron una tendencia que parece instalada y con amplias chances de proyectarse al resto del trimestre frío. En efecto, luego de las condiciones extremas con que empezó el mes de marzo, las temperaturas se fueron moderando, pero rápidamente encontraron un piso. Es decir, los valores medios de abril, como así también los de mayo, se ubicaron por encima de los valores normales y eso evidenciaba la ineficiencia de la circulación del sur como para proponer un cambio de ambiente más marcado. El promedio térmico del otoño (marzo-mayo), resultó en valores que superaron ampliamente los normales a gran escala. Es decir fue un otoño cálido, de los más cálidos de los últimos sesenta años, similar a lo ocurrido en 2009 y 2015. Recién en la segunda década de este mes hemos podido apreciar una importante irrupción de aire polar, la cual logro sostener su influencia en el ambiente por unos cinco días, pero no logró que los guarismos térmicos mostraran un cambio de tendencia. Es decir, lo más probable es que durante lo que resta de invierno, las temperaturas encuentren piso en valores normales o se expresen en promedios con desvíos positivos.

A lo largo del mes de junio hemos tenido alta frecuencia de centros de alta presión transitando desde el oeste hacia áreas del litoral atlántico brasileño y uruguayo. Esto ha fortalecido la persistencia de vientos del este y noreste. En cuanto más norte tiene la componente del viento, más posibilidades de que las masas de aire del norte de la Mesopotamia afecten las condiciones climáticas del centro del país. En esta época del año, esto debería ser contrario. Se han dado momentos de influyente circulación del sudeste sobre el norte de la Mesopotamia, pero con masas de aire fuente en Uruguay o las cercanías del océano, no es la típica circulación de invierno. Por otra parte las zonas típicamente más frías de la región pampeana ubicadas en las zonas de influencia de los corredores serranos, no han presentado condiciones rigurosas, computándose una frecuencia de heladas inferior a lo usual.

En esta transición hacia el mes de julio, las condiciones de circulación no se modificaron demasiado, por lo cual tampoco podemos esperar grandes cambios en la temperatura. Recién hacia el viernes se avizora un cambio de circulación que defina canales de transporte más eficientes para el aire frío.

El comportamiento que viene mostrando este período es completamente antagónico del que se observaba para las mismas fechas del año pasado. Recordemos por ejemplo, que el otoño del año de 2022 resulto ser el tercero más frío de los últimos sesenta años. La proyección hacia el invierno duró hasta mediados de julio. Por eso es que decimos, que las actuales circunstancias serán difíciles de revertir, lo cual avala la tendencia hacia temperaturas por encima de los valores normales para lo que resta del invierno.

El mapa muestra la previsión de la presión en superficie para el comienzo del viernes. Si se valida esta previsión el impacto más marcado de esta llegada de aire frío se sentirá sobre el centro sur de la región pampeana, quedando la mayor parte del norte del país protegido por una circulación del sector este.

La masa de aire que se acercará desde el viernes, no presenta un viaje sur norte. Si bien tiene contacto con regiones subpolares, no podemos considerar que esta sea una irrupción de aire frío fuera de lugar por su intensidad.

Naturalmente por estas fechas este dibujo de los canales de presión debería ser mucho más común. Hasta ahora se han dado avances de aire frío, pero muchos de ellos tuvieron origen en el norte de la Patagonia. El frio, evidentemente se sintió en el ambiente, pero no como para generar condiciones térmicas rigurosas.

En definitiva, transitamos una semana que dejo lluvias importantes sobre el sudeste bonaerense y que se van moviendo lentamente hacia el centro este de la región pampeana con milimetrajes bajos hacia el centro sur de ER y posteriormente se ira definiendo la situación que converge en la llegada de aire más frío. Es decir, lentamente el invierno pretende reinstalarse.