El gas natural es una materia prima indispensable para industrias como la de los plásticos y la de los fertilizantes, en un proceso de agregado de valor industrial.

Precisamente la producción de fertilizantes, insumo fundamental para la agricultura, se desarrolla en un escenario global complejo donde la creciente demanda mundial de alimentos les exige a los países productores un incremento sostenido de sus volúmenes exportados. En este marco, los fertilizantes tienen un rol clave para tener mayores rendimientos por hectárea.

A medida que la agricultura argentina fue incrementando su producción granaria también ha necesitado de muchos más insumos, principalmente de muchos más fertilizantes.

Por ejemplo, en 2021 Argentina necesitó de 5,7 millones de toneladas de fertilizantes para una producción que se ubicó en torno a los 140 millones de toneladas de granos. En ese contexto, la urea fue el principal fertilizante utilizado, con 2,3 millones de toneladas.

Argentina cuenta desde 2001 con una planta de producción de urea que se encuentra en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, propiedad de Profertil, que tiene una capacidad de elaboración de hasta 1,4 millón de toneladas, lo cual permitió que inicialmente esta planta sustituyera la importación nacional del fertilizante.

Sin embargo, el crecimiento de la producción granaria precisó que se complementara a la producción nacional con nuevas importaciones, que le exigieron al país divisas por US$1500 millones en los últimos 2 años.

AGREGAR VALOR Y SUSTITUIR IMPORTACIONES

El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner se extiende por 573 kilómetros entre Trayatén, provincia de Neuquén, y Salliqueló, Buenos Aires, pasando también por Río Negro y La Pampa.

Transportará inicialmente 11 millones de metros cúbicos diarios de gas. Esto significa 4,4 veces más gas de lo que diariamente consume la planta de urea de Profertil (2,5 millones de metros cúbicos).

En otras palabras, si gracias a la puesta en marcha del GPNK se liberaran 2,5 millones de metros cúbicos diarios para la industria de los fertilizantes se podría duplicar la producción nacional de urea, llevándola a 2,8 millones de toneladas anuales.

Por este motivo, para la agricultura argentina la puesta en funcionamiento del GPNK significa una oportunidad. La disponibilidad de más gas puede producir más urea, lo que genera un círculo virtuoso en términos de sustituir importaciones de fertilizantes, resguardar divisas para otros sectores de la economía que los están demandando y, lo que no es menor, garantizarle el abastecimiento de ese insumo fundamental a los productores argentinos, más aún tomando en cuenta el contexto global de alta competencia entre los países para hacerse de los fertilizantes que tiene disponible el mercado.

En números, esto significará un ahorro inmediato de más de 700 millones de dólares anuales en sustitución de importaciones (tomando los precios actuales) y también la posibilidad de exportar unas 600.000 toneladas por año, generando divisas por no menos de 220 millones de dólares.

Por otro lado, la presencia de un mercado altamente demandante de urea y de proximidad, como es Brasil, que anualmente importa unos 8 millones de toneladas y en el contexto donde conflictos geopolíticos pueden alterar el flujo de los fertilizantes representa una gran oportunidad para que la Argentina incremente su rol como parte de la solución en materia de seguridad alimentaria global.

El GPNK tiene el potencial de unir las dimensiones de la Energía, la Industria y el Agro en una matriz productiva deslocalizada y federal, donde la energía de la Patagonia se transforma industrialmente en el polo petroquímico de Bahía Blanca y desde allí se distribuye hacia toda la Argentina agrícola donde a su vez esos granos se transforman en otros productos con valor agregado como ser proteínas animales y bioenergía cerrando un círculo virtuoso de desarrollo, generación de trabajo en forma local y arraigo en ciudades y comunas de todo el país.

SÍNTESIS

• El tramo inaugurado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner permitirá utilizar más gas por parte de la industria petroquímica.

• La planta de Profertil en Bahía Blanca tiene capacidad para producir 1,4 millón de toneladas de urea, pero eso no alcanza para satisfacer la demanda local.

• Si el GPNK –que transportará inicialmente 11 millones de metros cúbicos diarios- liberara el uso de 2,5 millones para la producción de urea en el complejo de Bahía Blanca, se podrían sustituir importaciones por más de 700 millones de dólares y generar una exportación adicional por 220 millones de dólares.

• La energía de Vaca Muerta, la industria petroquímica de Bahía Blanca y la agricultura se unen en una matriz de desarrollo deslocalizada y federal.

Por Ing. Agr. Javier Preciado Patiño - Director RIA Consultores