Si bien la lechería argentina anda de capa caída en el último tiempo, es una de las principales actividades en el sector agropecuario. En total, en 2017 se produjeron casi 10.000 millones de litros de leche, según datos oficiales.
En este sentido, el promedio del rodeo nacional es de 20 litros de leche por vaca por día, con máximos que han alcanzado de hasta 70 litros (sobre todo post parición). En los tambos más eficientes, que controlan la alimentación, la sanidad, el bienestar del animal y utilizan tecnología, la media es más alta.
Cada vaca en general se ordeña dos veces por día con una diferencia de 12 horas. Algunos tamberos optan por un ordeñe y otros, por tres.
Una particularidad es que no se puede dejar de ordeñar a la vaca una vez que entre en el ciclo porque cuando la ubre se recarga, por presión o estímulo fisiológico, deja de producir leche. Por lo que es muy difícil que el animal pueda volver a su ciclo normal.
El promedio de producción de cada vaca es de 3 años. Sin embargo, en los tambos más eficientes, el animal suele estar en producción por más años.
Al momento de parir, la vaca amamanta al ternero por 48 horas (para que tome el calostro) y luego, el recién nacido se retira a las famosas guacheras por 45 a 60 días, para más tarde se lo recríe y a los dos años ingresa al tambo.
En el país predomina la raza Holando Argentino, con 2 millones de animales. Muy por debajo, se encuentra la raza Jersey.