En el programa Mercadovisión, por la pantalla de Canal Rural, el analista ganadero Ignacio Iriarte evalúo las perspectivas de la actividad para los próximos meses, y vaticinó que podría presentarse una tensión entre el mercado interno y el comercio exterior. “Veremos nuevamente la puja por exportación y consumo”, remarcó.
Iriarte explicó que en los últimos 13 años, el comercio internacional de carne bovina creció en 4,5 millones de toneladas. En ese período, Argentina empezó su reinserción en el escenario exportador, y de 200.000 toneladas anuales cerrará el año el año sobre las 500/600 mil toneladas.
En este sentido, señaló que si bien el USDA estima un crecimiento del comercio internacional de 500.000 toneladas, los números que se manejan de Mercosur, Estados Unidos y Australia (que concentran un 70% del comercio mundial) indican que esa cifra podría ser mayor.
Este cambio en las reglas de juego se refleja en una industria exportadora que demanda cada vez más novillos pesados. A esta situación, se suma la reciente devaluación del peso frente al dólar, que se traduce en un valor de esta categoría de 2,60 dólares, unos $ 88,90 con todos los descuentos. “Es más caro que Brasil, que está 2,25 dólares, pero por debajo de Paraguay y Uruguay que oscilan entre 3,10 y 3, 30 dólares y Australia, que está en 3,90 dólares”, resumió.
Según Iriarte, este escenario marca una línea divisoria en el negocio, de la mano de una exportación que busca aprovisionarse y recurre a categorías impensadas, como novillos más livianos y vacas gordas. “El consumo estaba cómodo en los 59.60 kilos por habitante, pero este aumento en la exportación lo ha hecho bajar por debajo de los 55-56 kilos”, detalló.
Esta situación se profundizará cuando la cantidad de carne disponible para el mercado interno se ubique por debajo de la línea de los 52-53 kilos. En esta situación, el analista aseveró que esta situación se produce “porque aumentan la exportación y le quita saldo al consumo doméstico”.
En este sentido, agregó que “esta situación está llegando al punto de conflicto, para hacer volumen los frigoríficos están empezando a faenar categorías que son de consumo”.
Por Andrés Lobato