“Agosto se despidió con un 60% menos de lluvias que el año pasado. Aparte, la polaridad de lluvias profundizó aún más las diferencias de reservas entre el norte de Buenos Aires y Córdoba que ya venían de julio”. Así lo advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario en su último informe semanal. Agosto dejó menos agua para todos, y si no llueve en los próximos días habrá muchos lotes de trigo que sentirán el impacto. Además, la siembra de maíz arrancó con el pie izquierdo.
Lluvias acumuladas en la zona núcleo agrícola en agosto
En el 2017, el promedio de lluvias de la región fue de 45 milímetros, mientras que en el 2018 fue de de solo 18 milímetros. “En Córdoba es donde más se siente la limitante. Allí, la falta está tanto en los primeros 30 centímetros como en profundidad. También es dónde más avanzados están los cultivos, con buena parte ya encañando”, detalló la Bolsa rosarina. Los técnicos coinciden en que si llegan lluvias importante antes de mitad de septiembre no habría pérdidas importantes, pero los pronósticos no ayudan, las tormentas que se esperan este fin de semana volverían a cargar sobre Buenos Aires, y luego se instalaría una masa de aire frío que generaría condiciones estables.
¿Cuánta agua se puede esperar de setiembre?
Las estadísticas señalan de 40 a 60 mm, de este a oeste, para la región. Específicamente, en Pergamino la media del mes, tomando en cuenta los últimos 108 años, muestra un promedio de 56,2 mm. En Marcos Juárez (109 años de datos) la marca baja a 49,2 mm. Hacia el centro de la provincia de cordoba, la media de setiembre es de 35,7 mm (ciudad de Córdoba, 60 años de historia). “Estos valores de referencia están muy por debajo de lo que se necesita. Para alcanzar un nivel óptimo de humedad del suelo se necesitarían lluvias de entre 100 y 120 mm en la provincia de Córdoba, y entre 60 y 80 mm en el sur de Santa Fe”, aclaró el informe.
Promedio de lluvias de septiembre
Mientras tanto, unas 100.000 hectáreas más de trigo comenzaron a encañar, totalizando ya en esta etapa 200.000 hectáreas en la región. “La escasa y desigual distribución de lluvias de agosto genera panoramas distintos, bajando la condición de los trigos. Ya aparecen cuadros con condiciones regulares en un 5% del área, y los lotes agrupados como muy buenos a excelentes disminuyeron de un 70% al 55% en la semana. Hay daños también por frío en la mayoría de las variedades, aunque no son muy importantes. Las enfermedades avanzan, mancha amarilla, con baja a moderada severidad, aumenta su presencia en la zona”, añade.
La siembra del maíz, por su parte, arrancó con el pie izquierdo, sin agua y con cambio de rumbo. Desde la entidad rosarina advierten que con este panorama “quedan afuera las posibilidades de sumar nuevos lotes, y de hecho, habrá lotes que pasarán a soja de primera. Se va a priorizar la oleaginosa con planteos de bajo costo. Por otro lado, sólo en muy pocos lotes comenzó la siembra maicera. Solo los que tenían como antecesor la rotación trigo/soja han contado con la humedad necesaria. Se necesitan entre 15 a 25 mm para poner en verde la largada de la siembra”.