MENDOZA.- Las autoridades mendocinas están preocupadas por el robo de caballos, delito que aumentó en los últimos meses y que derivó en inquietantes decomisos de carne equina preparada para ser comercializada. Es que esa venta ilegal está a la orden del día, por los bajos precios que impone ese mercado con relación a los cortes vacunos. Y pocos saben lo que están comprando. Por lo general, el engaño, que implica el sacrificio de esos animales, es presentado en forma de carne picada o milanesa.
Este año, en seis procedimientos policiales, se secuestraron por "abigeato" casi 200 caballos, mientras que durante 2017 solo fueron encontrados 11 equinos en 36 operativos oficiales. La cifra de caballos utilizados como engañoso reemplazo de la carne vacuna provocó la alerta gubernamental, ya que los tres primeros meses de 2018 fueron decomisados más de 3000 kilos de carne equina, mientras que en todo el año pasado se detectaron escasas cantidades de cortes de esas características.
"Es un negocio que viene de años y que ha ido creciendo. Hay comercios inescrupulosos que aceptan esta carne. Ellos saben que no viene con sello, ni factura, que no es un producto bien habido", explicó a LA NACION Guillermo Antequera, director de la Policía Rural de Mendoza. Por ese motivo se alertó a los vecinos para que presten especial atención a toda diferencia excesiva de precios en carnicerías, ya que se podría estar frente a un caso de carne equina.
El director de la Policía Rural puso como ejemplo los comercios que expenden carne picada a unos $50, cuando en locales tradicionales ese producto está por encima de los $100.
Desde hace tres meses, las autoridades de la Policía Rural y Fauna Silvestre comenzaron a seguir de cerca los movimientos de una banda que operaba en la zona media y norte de la provincia, la cual fue desbaratada tras ser imputados siete sospechosos. A fines de marzo pasado se realizó un allanamiento que permitió dar con una tonelada de carne equina; pocos días después, el 5 de abril, se encontraron dos toneladas. Guaymallén, Maipú, Las Heras y Luján, son las comunas donde más han crecido el faenamiento y la comercialización de la carne de caballos.
El abigeato es considerado un delito contra la propiedad, luego de que en 2004 la ley 25.890 lo incorporara como tal al Código Penal. La pena para el cuatrerismo llega hasta los 10 años de prisión, según el caso y los agravantes.
De acuerdo con los datos suministrados a LA NACION por la Policía Rural, en lo que va de 2018 se realizaron 6 procedimientos por abigeato: 174 caballos fueron rescatados, al igual que 42 caprinos. En ese período también se detectaron tres lugares utilizados para el faenamiento clandestino. En 2017, en 36 operativos, hubo 11 equinos encontrados en manos de cuatreros, mientras que en 2016, se realizaron 68 procedimientos y se registró el rescate de 35 caballos.
De acuerdo con especialistas, el consumo de carne de caballo no implica peligro para la salud, pero en el país no se encuentra autorizado por las autoridades competentes, como los técnicos de Senasa, que además realizan controles ante el avance del virus de la influenza equina. Paradójicamente, la Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de carne equina y los mataderos legales se encuentran en Córdoba, Río Negro y Buenos Aires. Este producto es rojizo, con menor tejido adiposo y más dulce que la carne vacuna. El valor en el mercado formal de los cortes de un caballo de unos 300 kilos oscila entre los $15.000 y $20.000.
Un problema social
"El robo de equinos parte de un problema social muy grande, donde hay hambre y se empiezan a buscar otras alternativas. Al haber animales sin marcar, que es representado por un signo de la titularidad del animal en la pierna izquierda, el cuatrero roba los animales y les pone su marca, para luego hacer la faena clandestina y la comercialización. Por lo general, la carne se ve
nde en barrios de menores recursos y en bolsones, a un precio conveniente", explicó a LA NACION la veterinaria María José Greco, especialista en clínica equina.
La veterinaria indicó que uno de los riesgos del consumo puede aparecer si el animal no llegó a metabolizar algún medicamento, por lo que se necesita un control permanente antes de la faena, algo que no ocurre en estos casos.
Asimismo, la especialista pidió a la población estar atenta a la hora de comprar chacinados, ya que deben contar con una etiqueta con su procedencia, al tiempo que destacó el trabajo realizado en los operativos. "Es muy importante toda la tarea de investigación que realiza la Policía Rural y Ganadería. Muchos arriesgan su vida en busca de estas personas, en horarios insólitos, para desalentar estas prácticas ilegales", agregó Greco.
Dos operativos contra los mataderos
La policía rural detectó en Mendoza las zonas donde funcionan los mataderos utilizados para sacrificar a los animales
El 28 de marzo pasado la policía rural de Mendoza irrumpió en un predio
ubicado en el departamento de Guaymallén y decomisó una tonelada de carne equina
lista para su ilegal comercialización minorista. Allí también fueron encontrados
33 caballos robados y fueron arrestados seis sospechosos.
La policía rural mendocina detectó el 5 de abril pasado un importante matadero
clandestino que funcionaba en la zona de Guaymallén. Las autoridades incautaron
en ese lugar unas dos toneladas de carne equina y pudieron rescatar a varios
caballos robados que estaban preparados para ser sacrificados.
Las autoridades mendocinas alertaron por el incremento de casos de robos de
caballos, ya que hasta este año no era habitual encontrar mataderos ilegales en
los que se sacrifica a los equinos para utilizar su carne en la comercialización
local, una situación que está permitida solo para casos de exportación.
Por: Pablo Mannino