El mayor impacto se reflejó sobre las cotizaciones de la harina de soja en la Bolsa de Chicago, que treparon un 2,2%, al pasar de 361,77 a 369,71 dólares por tonelada. Esto, por la sencilla razón de que una eventual caída de la cosecha argentina de la oleaginosa impactará sobre la oferta del forraje, del cual la Argentina es el primer exportador mundial.
En la misma plaza, las posiciones enero y marzo del poroto de soja sumaron US$
1,56 y 1,57, en tanto que sus ajustes fueron de 366,89 y de 371,21 dólares. El
impacto más modesto sobre el grano estuvo relacionado con las actuales buenas
perspectivas para la cosecha de Brasil, país que lidera las exportaciones
globales de la oleaginosa sin procesar.
Las cotizaciones de la soja también cerraron con saldo positivo ayer en el mercado doméstico donde, no obstante, los volúmenes comercializados resultaron escasos. La propuesta abierta de las fábricas por la oleaginosa disponible fue de $ 4600 por tonelada para las terminales del Gran Rosario, $ 50 más que el viernes. "En ese nivel casi no hubo oferta, dado que buena parte de los vendedores se posicionaron en $ 4700, por lo que no habría que descartar acuerdos en torno de los $ 4650", dijo a LA NACION una fuente del sector comercial.
El salto más importante lo registró la soja de la nueva cosecha para las
entregas en mayo, que pasó de 262 a 268 dólares. "Se hicieron negocios, pero al
igual que en el caso de la mercadería física, el grueso de la oferta se
posicionó más arriba, en US$ 270 por tonelada. Ese es el valor gatillo que
puede impulsar una mayor salida de mercadería", explicó el operador.
En el Mercado a Término de Buenos Aires, las posiciones enero y mayo de la soja subieron US$ 1 y 1,10, mientras que sus ajustes fueron de 269 y de 270 dólares por tonelada.
Acerca de los cereales, el trigo disponible se cotizó a $ 2600 por tonelada en Rosario; a $ 2900 en Bahía Blanca, y a $ 2850 en Necochea. El maíz, en tanto, se mantuvo en $ 2500 para todas las terminales.