Luego de que los Estados Unidos impusieran en agosto pasado un arancel del 57% promedio contra el biodiésel argentino, el Gobierno puso en estudio la posibilidad de aumentar las retenciones al biodiésel. Desde 2012, el biocombustible tiene un sistema de retenciones móviles que, entre otras variables, considera el valor del producto y del aceite de soja, la materia prima para elaborar el biodiésel. Su tasa hoy está en 0,13 por ciento.
Cuando pidió aranceles contra el biodiésel argentino, la National Biodiesel Board (NBB), entidad que agrupa a los productores norteamericanos, acusó al país de dumping y "prácticas desleales". Allí sostienen que las retenciones, del 30% para el grano de soja y del 27% para el aceite de soja son un subsidio que favorece a la industria en la conversión al biodiésel.
Hace diez días, el país propuso a EE.UU. suspender los aranceles a cambio de autolimitar los embarques en un nivel de los 1,5 millones de toneladas exportadas el año pasado. EE.UU. no dio aún una respuesta formal, pero funcionarios suyos que negocian con sus pares argentinos les adelantaron que la Argentina debería "revisar" su sistema de retenciones.
Técnicos de varias dependencias oficiales en el país hicieron una serie de estudios donde no se descarta subir las retenciones al biocombustible. Una posibilidad sería llevar la actual tasa del 0,13% a un rango de entre 12 y 16 por ciento.
"Ésa es una de las alternativas, pero no hay una decisión tomada aún. Eso se tendrá que decidir en el más alto nivel político", contó la fuente.
Otra fuente consideró que mientras se hace esto podría abrirse un nuevo frente con Europa. Ese bloque, que viene de bajar los aranceles al producto argentino, del 24,6% a entre 4,5 y 8,1%, podría quejarse de que la Argentina no haya decidido antes subir las retenciones.