Las inundaciones en la pampa húmeda, que como anticipó hoy LA NACION en base
a un informe de Carbap comprometen a casi un tercio de la producción
agropecuaria, podrían agravarse en los próximos días por la ocurrencia de nuevas
precipitaciones, según alertaron especialistas en climatología.
Según Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA, por quinta campaña consecutiva se está presentando una situación de fuertes excesos hídricos a la salida del invierno. Con cierta frecuencia, es algo que se vino dando desde 1978 a la salida de invierno, pero ahora con mayor notoriedad.
De las provincias afectadas, para Mercuri Buenos Aires tiene entre 5 y 6
millones de hectáreas en esa condición y no sólo es la más perjudicada sino que
presenta a corto plazo las condiciones más difíciles.
"Dada la situación antecedente que ha generado esta extrema vulnerabilidad, debemos prestar atención a las perspectivas de los próximos días. Podría, durante el próximo fin de semana, ocurrir lluvias en el centro y este de la provincia, con eje en la Cuenca del Salado las más intensas, e incluyendo el sudeste", explicó Mercuri a LA NACION.
Luego, según el experto, "posiblemente del 7 al 10 de septiembre ocurran nuevamente condiciones de inestabilidad y puedan probablemente ocurrir lluvias que agraven la situación".
El experto del INTA destacó que el dato positivo es que, si bien habría un agravamiento de la situación en las próximas semanas, "no hay evidencia de que esta situación de excesos y lluvias por encima de lo normal se prolongue durante la primavera".
En esta línea, precisó: "Con forzantes oceánicos en neutralidad, podría regularizarse el patrón de lluvias sobre la provincia y la mayor evapotranspiración, al incrementarse las temperaturas, mejorar gradualmente las condiciones de saturación del suelo hacia el fin de primavera e inicio de verano, y los excesos de lluvia limitarse sobre el este provincial".
En tanto, Germán Heinzenknecht, especialista de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), expresó que, entre las regiones afectadas, hoy las zonas bajas de la pampa deprimida (Cuenca del Salado) tienen un "muy difícil inicio" de la próxima campaña, que empieza el mes próximo con la siembra de maíz. El experto sostiene que el problema por los excesos hídricos "es muy generalizado" en toda las zonas deprimidas. En rigor, remarcó que "toda la franja este del país entra con sobrantes de agua a la primavera".
De todos modos, tiene una mirada positiva cuando avance la campaña. "La foto del presente puede analizarse desde dos perspectivas. La primera, que es fijando la atención en la vastedad de los excesos que se reportan desde la franja este del país, principalmente desde áreas sensibles para el desarrollo de la fina y de los sectores ganaderos. Necesariamente este aspecto negativo no puede soslayarse, más aún cuando el patrón pluvial no presenta variantes positivas en el corto plazo. La otra mirada debemos proyectarla sobre una campaña gruesa más avanzada, con la radiación de primavera a pleno y con las zonas más altas de los suelos afectados por excesos en proceso de recuperación. Bajo este punto de vista y salvando las zonas más bajas hoy anegadas, necesariamente debemos tener una visión más positiva", indicó.
Según imágenes satelitales que relevó Mercuri, las precipitaciones acumuladas en lo que va de agosto se encuentran muy por encima del nivel normal histórico de acuerdo a registros de 1960 a 2011 (ver aparte) para agosto.
En tanto, Cristian Russo, especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacó que, según la variación del agua en el suelo, hay zonas que tienen los mayores excesos en los últimos 40 años. Además, puntualmente para Bolívar, en el centro bonaerense, dijo que desde junio hasta hoy llovieron 218 mm, cuando la estadística para el mismo período es de 102 mm. Para esa región, las lluvias de los últimos 65 años desde principios de año hasta hoy indican una media de 596 mm. "Bolívar lleva acumulados 1100 mm anuales a hoy, casi el doble", apuntó Russo.
Las lluvias acumuladas en agosto de 2017.
Las lluvias "normales" de agosto entre 1960 y 2011.