Investigador y profesor del Sloan School of Management del MIT, Jorge Guzmán busca entender el desarrollo de emprendimientos desde una perspectiva macroeconómica, regional y de estrategia corporativa. Ayer, fue uno de los oradores de la primera edición del Forum EXC, que reunió a representantes de empresas, académicos y funcionarios para debatir sobre los desafíos de gestión de las compañías argentinas.
¿Qué evaluación hace del sistema emprendedor argentino?
Tratamos de evaluar cómo la Argentina encajaba en un marco conceptual para ser un ecosistema basado en emprendimiento. El marco tiene tres componentes principales. La capacidad de innovación, de crear organizaciones integradas que puedan resolver problemas específicos y las ventajas comparativas regionales, clusters.
¿Cómo está posicionada la Argentina en esos tres componentes?
En capacidad de innovación, encontramos claroscuros. La Argentina tiene muy buen talento científico, buena infraestructura para la innovación, buen régimen de propiedad intelectual, así como situaciones de demanda para la innovación. Del lado de emprendimientos, hay muchos avances como la nueva ley de emprendedores, que es positiva. El problema es en qué emprender y en qué innovar. La Argentina es buena para algunas cosas y no para otras. Eso no es malo.
¿Dónde están las fortalezas?
Es buena en agricultura. A veces escucho a argentinos decir que se quieren salir de eso. Pero hoy hablamos de cómo usar esas ventajas para potencializarse al mundo. Hay ventajas en agricultura, automotriz, tecnologías de la información, petróleo, productos textiles. Es una ventaja competitiva contra otros países basado, en parte, en la tierra, los recursos naturales, en su historia, donde la industria automotriz tuvo una inversión muy fuerte. Cuando entiendes cuáles son los clusters, se pueden crear empresas que no busquen competir con todos los lugares para hacer lo mismo.
¿Considera que la Argentina está enfocada en esas ventajas?
Está cambiando mucho con la nueva administración. Es difícil de entender si todo esto ya lo están haciendo y falta que se vean los frutos o si están recién empezando. Algunas conversaciones que tuve me hicieron sentir que se podía enfocar un poco más en lo que es bueno y potenciarse desde ahí. Hablamos del mal holandés, cuando el crecimiento de las industrias de materias primas abarcan mucho y no dejan que otras industrias crezcan. Es más útil pensar en cómo crear industrias alrededor de estas fortalezas.
En esta visita a Buenos Aires ¿qué preocupaciones observó?
Creo que hay un problema de coordinación. Pero la solución no sale de un ministerio o de ir a las universidades o del sector privado. Tiene que salir de una forma holística.
¿Mercado Libre, Despegar y Globant son excepcionales o pueden surgir más empresas de ese tamaño?
Depende de lo que se haga hoy para crear el ecosistema correcto. Hay mucho potencial.
¿Qué país de la región está más avanzado hoy en innovación?
Todos tienen sus fortalezas. La Argentina tiene muy buen nivel de educación. Chile ha hecho muchas inversiones locales. Brasil es un mercado muy grande, lo que ayuda mucho.
¿Qué falta para tener una explosión de emprendimientos?
No hay una sola cosa, como la Ley del Emprendedor. El régimen de propiedad intelectual es bajo, pero eso no resuelve los problemas de competitividad de América Latina. Lo más útil es crear situaciones de demanda para que surjan las inversiones. Que el Gobierno invierta en las innovaciones locales, que haya más transferencia de tecnología entre las universidades y el sector privado, que el sector privado busque más la innovación.