Tres eventos pluviales, dejaron vastos sectores de la región pampeana en condiciones que pueden considerarse críticas. Las lluvias sobre gran parte de la provincia de BA, agudizan sobremanera la problemática de los anegamientos en territorio que no se caracteriza por su capacidad de drenaje. Incluso en la zona más quebrada del sudeste bonaerense, la continuidad del ambiente húmedo y la sobreabundancia de lluvias desde el otoño, comienza a comprometer la sanidad de los cultivos de la fina, aun en etapas tan tempranas.
Si analizamos el mapa de las lluvias de agosto (hasta las 9hs de hoy), vemos que las lluvias más destacadas cubren gran parte de la franja este del país, con registros más importantes en las provincias mesopotámicas, sur de SF y buena parte de BA, donde a gran escala se han alcanzado o superado los totales mensuales.
En el oeste entrerriano el sur de SF y gran parte de BA, la carga pluvial normal del mes de agosto no supera los 40 milímetros. Algunas marcas ya suman casi el doble de este valore estadístico. Se destaca el máximo en el noreste entrerriano, la zona de influencia de la ciudad de Concordia, donde las precipitaciones ya han superado los 200 milímetros, tres veces la marca normal del mes de agosto y record para la primera quincena desde 1949. Este máximo del noreste de ER, se proyecta a gran parte del territorio uruguayo, con lo cual el país vecino termina incorporándose a una zona muy vasta donde los excesos hídricos ya condicionan el desarrollo del mes de agosto.
En efecto si sumamos la provincia de ER y las zonas agrícolas del oeste uruguayo, a las áreas del sur de SF, sudeste de CB y oeste bonaerense que ya venían con variedad de anegamientos, notamos que el escenario resultante es muy comprometido.
Podría decirse que este es un análisis somero, pero queda claro que con este nivel de precipitaciones, sólo áreas con gran capacidad de drenaje pueden evacuar superficialmente en forma eficiente el agua sobrante. Los suelos están saturados, por lo cual los mecanismos de transferencia de agua hacia la profundidad del perfil están perimidos. Es posible que zonas de la provincia de ER y el oeste uruguayo tengan mejores posibilidades para deshacerse de los sobrantes superficiales, pero esta suerte no es generalizada y como ya es un tema reiterado en estos últimos años, la pampa deprimida no tiene modos de lidiar contra esta coyuntura. La franja este de BA, principalmente la zona ganadera, tampoco la lleva demasiado bien. Este diagnóstico, anticipa en el cierre del invierno, problemas que seguramente se trasladarán a la primavera.
El recorrido del mes de agosto, ya está marcado por estos tres primeros eventos. El gradiente este oeste de las precipitaciones es típico de esta época, pero la sobreabundancia sobre el este es muy perjudicial.
No pueden prometerse grandes cambios para la transición estacional. Los excesos, lamentablemente, parecen un problema que mantendrá en vilo el desarrollo de la fina y ya dispone advertencias para el inicio de la gruesa. Del mismo modo la actividad en el noreste del país debe pensarse bajo condiciones dominadas por un escenario húmedo. Hacia la zona mediterránea del Chaco, la zona algodonera, la oferta de agua sería más prolija y moderada, sin montos exagerados que tenderán a concentrarse sobre el este.