General Villegas tiene declaradas en emergencia algunas áreas de la campaña pasada, 2015/2016, pero no todo el partido. Los productores no sólo esperan que esa declaración se extienda a todo el partido, lo que les permitiría acceder a ciertos beneficios fiscales, sino que se empiece a considerar la emergencia por la situación actual. Muchos productores terminaron muy tarde la anterior cosecha por los anegamientos y ahora que esperaban apostar a la nueva campaña se encuentran otra vez inundados.
Mientras se busca establecer el nivel de pérdidas productivas hasta el momento, va creciendo la superficie afectada. Según diversas proyecciones, el 80% de las hectáreas totales que tiene el partido, el cuarto en superficie en la provincia de Buenos Aires, está anegado o muy afectado. En números, son más de 500.000 las hectáreas comprometidas sobre un total de 700.000 del partido.
No sólo quedó frenado el avance de la campaña agrícola, cuya siembra debería estar a pleno, sino que los productores están tratando de salvar la hacienda llevándola a los pocos lugares que no fueron cubiertos por el agua.
Ganado en peligro
"Hay muchas vacas con cría, de terneros de dos meses, que se están llevando a partes más altas", contó a LA NACION José Ignacio Inveninato, asesor de un campo que está en un 80% bajo agua y tuvo que mover en las últimas horas 300 vacas a una parte más alta.
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El maíz, que en lo que se denomina fecha de siembra temprana (septiembre-octubre) ya estaba implantado entre un 60 y un 80%, según la previsión de algunos productores, quedó bajo el agua. Mientras tanto, otros productores que preveían avanzar con la siembra hoy se encuentran con las tareas completamente paralizadas.
"Hoy [por ayer] no pude llegar al campo porque los caminos están cortados. Tengo más del 50 por ciento del campo bajo el agua, no puedo sembrar y estoy con una situación incierta", contó Santiago Rodríguez Ribas, productor de la zona de Drabble, en el partido de General Villegas.
Rodríguez Ribas trazó un plan de siembra con 400 hectáreas de maíz, pero hasta el momento sólo pudo hacer 30 hectáreas con ese cereal. En soja no pudo comenzar aún la implantación.
"Veníamos de una situación muy compleja de la cosecha pasada; esto es un desastre", remarcó. Desde noviembre del año pasado hasta ahora en esa zona llovieron 1350 milímetros, por encima de la media de 900 milímetros.
La situación también es complicada en el norte de La Pampa, donde también las precipitaciones han sido abundantes. En un comunicado, la Federación Agraria Argentina (FAA) pidió medidas de ayuda tanto para los productores del noroeste bonaerense como los de La Pampa.
"Hay productores que malograron su cosecha anterior y se encuentran con enormes dificultades de implantar la actual, sabiendo ya que, por anegamientos, se reduce la superficie y se imposibilitan las tareas", dijo la entidad. La Federación solicitó para La Pampa constituir una mesa de emergencia.