Creen que en cuatro años podrían generar no menos de 500.000 puestos de trabajo directos e indirectos en granos, carne, lácteos y economías regionales. Sostienen que para llegar a esa cifra deberían dejarlo hacer lo que mejor sabe: producir.
Ésa es la principal conclusión de un trabajo elaborado por economistas de la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA) que se presentó ayer en la Cámara de Diputados en un encuentro organizado por la Fundación Barbechando, entidad dedicada a vincular productores con legisladores.
Según el informe, esa cantidad de nuevos puestos de trabajo podría abrirse si se eliminaran o redujeran los derechos de exportación a los cultivos, se terminara con el control de las exportaciones vía ROE y se reintegrara el IVA, entre otras medidas.
"El 35,6 por ciento de los trabajadores está ocupado en las cadenas agroindustriales", dijo Ernesto OConnor, economista de FADA. Esto incluye tanto a los que cosechan frutas en la Patagonia, por ejemplo, como a los que fabrican sembradoras en la pampa gringa, pasando por los camioneros que transportan ganado o los que envasan bebidas. "En forma directa e indirecta hay 2,7 millones de trabajadores que pertenecen a la agroindustria", estimó el economista.
OConnor se lamentó de que en los últimos años creciera sólo el empleo público. Sostuvo que en 2006 había 2,5 millones de personas que trabajaban para el Estado, pero que ese número se elevó a 3,7 millones de personas ocho años después. "No digo que sea malo el empleo público, pero no genera bienes y servicios de calidad, cuando el sector privado no genera empleo se desaprovechan las capacidades del país", dijo, y añadió: "Al próximo gobierno le van a faltar pesos [porque tiene que bajar la inflación] y dólares, necesitará reactivar las inversiones y la economía".
Respecto de los cuestionamientos sobre el impacto fiscal que tendría una baja o eliminación de los derechos de exportación, David Miazzo, economista de FADA, dijo que sería compensado por un incremento de la producción de maíz y trigo. Eso, a su vez, aportarían mayor recaudación por Ganancias. Respecto del impacto en los precios de los alimentos derivados de esos cereales, estimó que podrían incrementarse en apenas entre 3,28 y 8,83% (carnes) y 5% (pan). "Es poco si se lo compara con el crecimiento de la inflación en los últimos tiempos", sostuvo.
La presentación del trabajo se hizo frente a una decena de diputados de la UCR, Pro, el Frente Renovador y FE. Entre otros estaban Juan Casañas, Patricia Bullrich, Gilberto Alegre, Christian Gribaudo, Carlos Brown, Cornelia Schmidt Liermann, Myriam Juárez y Federico Pinedo. El único legislador del Frente para la Victoria que estuvo presente, aunque se retiró antes del debate, fue Luis Basterra, presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados.
En un salón con escaso aire, asistieron también los presidentes de CRA, Rubén Ferrero; de Carbap, Horacio Salaverri; de Acsoja, Rodolfo Rossi, y Asagir, Luis Arias; el vicepresidente de Aapresid, Pedro Vigneau, y directivos de Aacrea y de la Sociedad Rural Argentina, entre otros. También participó el secretario general de la Uatre, Gerónimo Venegas.
Los legisladores firmaron una declaración en la que se comprometieron a trabajar para fomentar políticas públicas que alienten la producción agropecuaria. "El próximo gobierno tendrá que llegar a un consenso con el Congreso", opinó Gribaudo.
Tras la presentación, los diputados advirtieron que además de impulsar la creación de puestos de trabajo en la agroindustria se debería terminar con la informalidad en el sector.
"Hay 25.000 tareferos [trabajadores de la yerba mate], pero sólo están en blanco 5000", dijo Schmidt Liermann.
En tanto, Juárez denunció que el Gobierno no acepta la compatibilidad entre el cobro de un plan social y la ocupación en un empleo temporal como los que se ofrecen en las tareas de cosecha. "Hace diez años que lo pedimos, pero la gente, por miedo a perder el plan porque teme no reingresar al sistema, prefiere no trabajar", dijo la legisladora catamarqueña.
Venegas, por su parte, añadió que el Estado, luego de intervenir el Renatre, no combate el empleo en negro. "Usa la plata para pagarles sueldos a los de La Cámpora", se quejó el líder de Uatre.
Impacto en el crecimiento
En el trabajo de FADA se estima que el aumento de los puestos de trabajo en el agro podría darse un tercio en granos, un tercio en carnes y otro tercio en las economías regionales
Por la caída de la producción, los economistas de FADA calcularon que se perdieron 300.000 puestos de trabajo en los últimos cuatro años
Con la eliminación de las trabas, creen que podría aumentar 40% la producción de leche y crecer 12% el stock ganadero