Si bien recién empieza la siembra, la intencionalidad indica que el cereal podría volver a sus niveles más bajos en superficie. Podría sembrarse inclusive menos que en el ciclo 2012/13, cuando se cubrieron 3,55 millones de hectáreas. La disminución la encabezan las provincias del norte del país y Entre Ríos con reducciones que están cerca del 50%. En Santa Fe y Córdoba las caídas esperadas estarían en el orden del 16%. Buenos Aires podría perder cerca de 300 mil ha sobre las 2 millones que registró en el ciclo precedente. En el principal núcleo triguero del sudeste bonaerense, el potencial de caída interanual podría superar el 30%, lo que comprometería la capacidad productiva nacional.
En el tramo final de la cosecha de soja, con 600 mil hectáreas por levantar, se hicieron ajustes positivos en rindes, dando por resultado un promedio nacional récord de casi 31 quintales. De esta manera, la soja 2014/15 arrojaría una producción de 60,1 M de toneladas.
Con 56% de avance en las labores de cosecha en maíz, se ajusta también el número de maíz en 100 mil toneladas. Con un rinde nacional promedio de 76,2 qq/ha, se podría obtener una producción de 25,8 millones de toneladas en este 2014/15.
- Soja 2014/2015
Mayo volvió a favorecer el avance de la cosecha a nivel nacional de los cultivos implantados, con una marcada estabilidad de la atmósfera que limitó las descargas de lluvias a sectores puntuales del centro y norte de Buenos Aires, y parte de la Mesopotamia y NEA. Por el contrario, la falta de vientos fríos provenientes del oeste y el sur han mantenido las condiciones de temperaturas por encima de lo normal. También impiden el desarrollo de heladas que contribuyan a acelerar el desecamiento de los cultivos tardíos y de segunda, situación que limita el avance de la cosecha del cultivo de maíz. En este marco, la soja está tocando el final de campaña con un avance de cosecha del 97% y consolidando marcas de rendimientos notables.
Con cambios parciales, se ajustó la estimación de producción nacional de soja 2014/15 en 60,1 millones de toneladas, casi quinientas mil toneladas más que el guarismo del mes anterior. El rinde promedio nacional se encarama al primer puesto con 30,9 quintales por hectárea. Esto determina que la campaña termine siendo superior en un 10,7% al volumen del año pasado.
Los ajustes en rindes se hicieron sobre determinadas áreas, a partir de los valores que se fueron consolidando con el avance de cosecha. Se destacan los ajustes de los rindes en el norte del país. Atípicamente, el arribo de lluvias en la provincia de San Luis permiten subir el rinde a 31 qq/ha en este ciclo, frente a los 27 quintales que se consideraron en el informe anterior. Santiago del Estero también mejora las expectativas en cuanto al rinde final mientras se van desarrollando las tareas de recolección, ubicándose en 27 qq/ha. También fue atípico el régimen de lluvias en La Pampa, favoreciendo los resultados de la provincia y estimándose un rinde promedio de 24,7 qq/ha.
Se efectuó un pequeño cambio en la superficie sembrada en la provincia de Salta, que pasa de 450 mil a 500 mil ha, lo que ajusta el área sembrada nacional a 20,25 millones de ha. Se sigue considerando una superficie no cosechable de 800.000 hectáreas.
En el cuadro que sigue se muestran los datos estimados detallados por provincia, mientras que para Entre Ríos se utilizan los datos de SIBER (Bolsa de Cereales de Entre Ríos).
- Maíz 2014/2015
Sin precipitaciones en la mayor parte de la Región Pampeana pero con ambientes cargados de alta humedad, se demora la trilla de los maíces tardíos y de segunda. Igualmente, el avance de las labores de recolección en esta segunda semana de junio muestra un avance del 55%, mientras que el año pasado se había recogido apenas un poco más del 40%. Mientras las heladas no lleguen, las que favorecerían el secado del grano, se verán demoradas las tareas de cosecha ya que de esa forma se evitará incurrir en mayores costos -como los de secada.
Con el avance de las labores de recolección se puede ver que, en general, los comportamientos y las tendencias de los promedios zonales se mantienen respecto de lo considerado en en el informe anterior. La excepción la constituyen algunas zonas de Buenos Aires y La Pampa, que muestran mejores niveles, lo que se está reflejando en el cuadro adjunto.
Se estima un rinde nacional promedio de 76,2 qq/ha, levemente superior a los 76,0 qq/ha estimados en el informe de mayo. La producción queda estimada, por lo tanto, en 25,8 millones de toneladas a escala nacional, guarismo que resulta un 6,4% inferior al volumen del ciclo anterior.
El resumen de los datos por provincia se presenta en el cuadro siguiente recordando que los datos de Entre Ríos son tomados de los números de SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
- Trigo 2015/2016
A esta altura del año pasado, junio mostraba un escenario hídrico que se
calificaba entre muy bueno y excelente, inclusive en regiones mediterráneas como
la provincia de Cordoba o en el norte argentino o Santa Fe. Lo mismo podía
decirse de Buenos Aires. Esta vez reina una extraña contradicción en el clima
porque a pesar de que, en general, predomina un ambiente de alta saturación, las
perturbaciones de los niveles medios de la atmósfera se mantienen estables. Esto
hace que no alcancen a producir las precipitaciones necesarias para la cama de
siembra de muchas regiones. Las altas cargas pluviométricas que se produjeron
durante el verano, sobre todo al oeste de la Región Pampeana, dejaron en
profundidad reservas suficientes como para cumplir con el ciclo del cereal.
Sin embargo, el factor económico está teniendo una importancia más relevante que el factor agroclimático para decidir las siembras de este año. La incertidumbre comercial y los malos resultados económicos que caracterizan la campaña de este cultivo nuevamente instalaron un escenario de retracción del área a sembrar con trigo. Hasta ahora se ha implantado el 11% del trigo a nivel nacional contrastando con el 25% que se observaba para esta época en el año pasado, cuando con mejores condiciones de humedad en los estratos superficiales del suelo pero también impulsado por un decidido aumento del cultivo en las rotaciones, las labores mantenían un acelerado ritmo de implantación.
Los rindes de indiferencia para el trigo 2015/16 son muy altos, más en comparación con los existentes a junio del año pasado. De allí que la intencionalidad de siembra manifestada es la de una reducción importante del área triguera, que, por el momento, se estima en torno al 20% frente al ciclo pasado. De esta manera, el área se proyecta en 3,5 millones de hectáreas.