Los granos lograron una muy buena performance en los mercados en las últimas semanas; sin embargo, es difícil explicar la fortaleza pensando en los fundamentos propios. La mejora en los valores del petróleo, el techo en el que se encuentra el dólar que se venía revaluando y algunas cuestiones técnicas están por detrás de la fortaleza. La pregunta es: ¿cuánto durará esto?
Buscando sustento a los mercados de soja y maíz, lo primero que se encuentra es que la demanda sigue muy firme. Se sabía que las exportaciones norteamericanas están en niveles muy altos, y siguen dándose nuevos negocios por volúmenes importantes. Pero además también estuvo el apoyo de una molienda de soja muy activa, tironeada por la demanda de harina de soja, y por otro lado, la producción de etanol sigue firme, y los stocks, que venían acumulándose, esta semana bajaron, marcando que la demanda del combustible está más activa, según informó Ambito Financiero.
Por otra parte, se difundieron las cifras del Outlook Forum del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sobre cosecha nueva, y aquí la sorpresa pasó porque la superficie estimada de soja estaría bajando en vez de subir como esperaba el mercado. La intención se reportó en 33,8 millones de hectáreas, cuando los analistas temían que estuviera en el orden de los 35 millones de hectáreas.
Esto, de todas formas, es muy similar a la superficie implantada el año pasado, de 33,9 millones de hectáreas. Es más, tomando el resto del reporte del USDA, donde se estiman la producción y la demanda, se observa que la relación de stocks/consumo, que en la campaña 2014/15 cerraría en un 10,4%, pasaría a un 11%. En definitiva, la suba del mercado se debió a que el escenario imaginado por los analistas era peor que el que se reportó, pero no podemos pensar por esto que pasemos ahora a un mercado alcista.
En lo que hace a maíz, se confirmó una caída de área a 36 millones de hectáreas, aunque la variación respecto del año anterior sería de una pérdida de sólo 600.000 hectáreas, contra un estimado que llevaba este guarismo hasta el millón de toneladas.
El trigo, en tanto, pasó un mal trago en la última semana para EE.UU.: comenzó con expectativa alcista, toda vez que Egipto lanzó una licitación de compra por trigo exclusivamente norteamericano para aprovechar la línea de crédito oficial. Sin embargo, la operación no prosperó porque los precios ofrecidos resultaron muy altos, y finalmente el negocio quedó para Europa y el Mar Negro. Esto demuestra los efectos de un dólar firme para las exportaciones de granos, específicamente en un mercado de oferta tan atomizada como el de trigo.
El factor limitante del mercado pasa por la cercanía de la entrada de la cosecha sudamericana. Los rindes esperados son elevados, y comenzará en breve la danza de los rindes reales. Los productores irán dando a conocer sus productividades y esto seguramente deprimirá los precios.
¿Mayores ventas de soja en argentina?
En la Argentina se podría pasar de campaña unos 6 millones de toneladas de soja, que se sumarían a una producción de entre 57 y 58 millones de toneladas. La duda es si los productores podrán seguir reteniendo. Su intención será vender lo mínimo indispensable para cancelar cuentas del año pasado y los vencimientos de esta campaña. Con precios que son más bajos, costos crecientes, inflación y una devaluación que nunca llegó, la proporción de soja que habrá que vender será mayor que la del año pasado.
En tanto, la apertura de un millón de toneladas de ROE verde de trigo no tuvo efecto. Los exportadores, aun considerando que pidan ese tonelaje adicional de trigo para exportar, estarían comprados en términos netos por unas 3,8 millones de toneladas de trigo. Los barcos están demorados y no se están dando espacios para descargar los negocios realizados previamente; un derrotero similar sigue el maíz local, al que tampoco se han otorgado cupos.