Como se ha dicho reiteradamente, la fortaleza del dólar con valor en suba y las persistentes caídas del precio del petróleo, así como también la ofensiva vendedora de los fondos, en un contexto de oferta creciente por las excelentes cosecha tanto del norte como del sur de nuestro continente, no dejan que la oleaginosa asome la nariz del agua.
Pero aún con un panorama tan sombrío, de tanto en tanto, surgen noticias que alientan pequeñas mejoras, aunque sin modificar la tendencia.
Las dos principales noticias favorables a los precios de los últimos días provienen de Brasil, en un caso; y del USDA, en el otro.
¿Qué ha estado sucediendo en Brasil? Como en otros años, la logística tiene fallas; y especialmente, los gremios del transporte.
El problema ahora es el transporte de los granos a los puertos del Atlántico justo en el momento más delicado del año.
Los transportistas del principal Estado productor agrícola, Mato Grosso, han frenado el movimiento normal en protesta por una reciente suba de precios en los combustibles. Valre recordar que este Estado aporta cerca de 25 millones de toneladas de soja. Algo así como un cuarto del total nacional.
Respecto a las noticias provenientes del USDA, se refieren las establecidas en el Agricultural Outlook Forum, 2015, efectuado el 20 de febrero pasado.
Hay que decir que actuaron levemente a favor de los valores.
¿Por qué? Las proyecciones para la campaña 15/16 para los granos y las oleaginosas muestran una perspectiva de menores precios, lo que implicaría una sustancial reducción en los ingresos de los farmers de EE.UU.
Por tal razón, en el Foro se ha proyectado una baja en la superficie de siembra de soja. Se piensa que habría una mayor área de maíz y algodón en desmedro de la soja.
Y no sería de extrañar que la caída sea general.
Obviamente, cualquier suba en los valores de la soja y los subproductos tiene una fuerte limitante a consecuencia de las proyecciones de aumento en los stocks finales. El foro ha calculado que alcanzarían el nivel más elevado de los últimos nueve años, después de dos años de producción récord en EE.UU.
En fin… el mercado ha registrado por ahora que el área de soja sería levemente inferior a la del año pasado. Pasaría a 83,50 millones.
Algunos analistas creen que el USDA subestima el golpe de los mayores costos en la producción respecto a la intención de siembra para el ciclo 2015/16.
Así podría ser mayor la baja en la superficie.
En cuanto al plano doméstico, el mercado sigue centrado en las entregas cortas. Por soja, las fábricas ofrecen $ 2.300 con descarga inmediata, mientras que con entrega en marzo, dólares 240.
Como se advierte, la distancia entre el precio de la mercadería con entrega inmediata y las posiciones diferidas es muy grande.
¿Qué significa ello? Claramente que el mercado tiene una expectativa de mega oferta, con baja disponibilidad momentáneamente.
Las estimaciones de un volumen de cosecha argentina próximo a 58 millones de toneladas, en una superficie de 20,40 millones de hectáreas y una producción de 29 QQ por hectárea, enfrían todo ímpetu de suba de valores por parte de la demanda. Por el contrario auguran, un mes de abril muy difícil.
Así anda la soja, a los resbalones como chancho sobre baldosas. Pero acá la culpa no la tiene el mercado sino quien lo interviene.