Para los productores, por las buenas lluvias, las expectativas están definitivamente puestas en el rinde. Hay zonas que pintan para récords. Un aliciente para una situación compleja por la caída de los precios, la inflación, el retraso del dólar y la alta presión impositiva, factores que anticipan resultados negativos por ejemplo en campos arrendados. ¿Alcanzará el rinde para amortiguar una tormenta perfecta? Un estudio de Globaltecnos advierte que en tierras alquiladas en el mejor de los casos se sale hecho, no se gana ni pierde, con una soja a cosecha en torno de US$ 235. Y si allí alguien aspira a un 20% de renta el precio debería estar a no menos de US$ 270.
De cara a la cosecha se abren interrogantes: ¿habrá devaluación o no?, ¿qué valor del dólar se podría esperar?, ¿qué sucederá con la inflación?, ¿conviene retener la soja?
Dólar y devaluación. Para el economista José Luis Espert, de Espert & Asociados, con vistas a las elecciones, el Gobierno buscará que el dólar no se le escape. Espert se pregunta si lo logrará. "Dependerá de la firmeza que tengan para seguir aguantando la economía en fuerte recesión, como hasta ahora, mediante el financiamiento del déficit fiscal con endeudamiento interno y no con emisión monetaria y reservas como ocurrió hasta mediados de 2014", expresó.
Espert sostiene que la presidenta Cristina Kirchner se encuentra ante un dilema y no puede lograr dos cosas al mismo tiempo: reactivar la economía y que el dólar siga quieto o que si continúa en esa situación no pierda reservas. "Si quiere reactivar de cara a las elecciones corre el riesgo de un mercado cambiario con tensiones ya sea por suba de la brecha o pérdida de reservas. Y si no quiere correr riesgos con el dólar tiene que bancarse una economía otra vez recesiva como en 2014 o como está ocurriendo hoy. Hasta ahora está demostrando que la tranquilidad cambiaria y no perder reservas le preocupa más que la recesión y la destrucción de empleo que está ocurriendo", remarcó.
Jorge Ingaramo, economista, cree que el Banco Central mantendría la devaluación en no más del 1% mensual. La entidad ajustó el dólar oficial menos del 1% en el último mes y se llegaría a las internas de las PASO, en su opinión, con un dólar oficial de $ 9,09, por debajo de los 10,04 del valor futuro Rofex para agosto. "Se acumularía, dada una inflación de 1,8% mensual, un atraso cambiario adicional, de seguir la actual política, del 5,5%", explicó.
Si en las elecciones provinciales los candidatos K afrontan más complicaciones en sus economías regionales, crisis que ya sucede desde el vino hasta las peras, podrían surgir reclamos por el tipo de cambio. Pero para Ingaramo el Gobierno "confía en la expansión del gasto, ponerle plata en el bolsillo a la gente para las elecciones y no le da demasiada importancia a la situación de los sectores exportadores". Por eso, insiste en que la devaluación sería 1% mensual y se llegará a las PASO con un dólar apenas arriba de 9 pesos.
Teo Zorraquín, consultor, tampoco ve grandes variaciones en el dólar. "Va a tratar de sostenerlo o hacer ajustes pequeños", proyectó. "Una devaluación del tipo de cambio ayudaría a mejorar la situación de precios aunque todos tienen claro que si no se corrigen otras variables de la macroeconomía a la larga no generará efectos positivos", añadió.
Inflación y costos. Luego de una inflación del 38,5% en 2014, según la medición del Congreso, el Gobierno hará que la inflación sea menor. Pero, "como muy baja", según Espert será del 30% en 2015.
"De nuevo aquí aparece un dilema, ahora para el productor ¿Qué prefiere? Inflación alta que sube los costos en dólares y genera problemas de rentabilidad o inflación baja pero sin crédito bancario. En algún lugar, hasta ahora, el Gobierno es como que estaría eligiendo menos inflación pero con poco y nada de crédito al productor", reflexionó. Espert aconsejó tomar cualquier línea oficial de créditos en pesos a tasa fija.
Cuando comience la expansión vinculada a las elecciones la inflación volvería acelerarse. Ingaramo prevé que sea en torno al 1,8% mensual. "Si hay riesgo de que el oficialismo pierda en primera vuelta estaríamos ante una inflación mayor, ya que hará todo lo que haga falta para ganar en primera vuelta porque si hay segunda vuelta pierde seguro", indicó.
Zorraquín alertó que para aquellos que usan el crédito para operar las tasas de interés que se han pagado, del 20 al 35% anual según los casos, resultaron "altísimas" comparadas con la evolución de los precios de los granos y el tipo de cambio.
¿Vender, retener? A priori, no se vislumbra una recuperación importante de los precios, con además un dólar que se podría seguir fortaleciendo contra el euro. Además, tampoco sería intención del Gobierno una devaluación más importante.
"Es esperable que el dólar oficial no suba mucho antes de octubre y tampoco veo claro que la brecha vaya a bajar antes de las elecciones. De modo que no queda claro que esperando se gane algo, salvo que se pospongan ventas para 2016, cuando sí imagino una brecha más baja y por lo tanto los dólares que reciban los exportadores van a ser más parecidos a un dólar verdadero", opinó Lucas Llach, economista.
Espert analizó: "La situación está más para vender que para guardar la producción respecto de lo que acostumbra el productor habitualmente que es tener algún mínimo de stock de granos de manera permanente. Ahora bien, ¿vender para hacer qué? Si es para comprar dólar ahorro o bonos dólar-linked, ok. Si es para comprar algunas acciones en pesos, puede ser. Hay que tener en cuenta que si el Gobierno logra seguir atrasando el tipo de cambio esto es hambre para hoy para el productor pero pan para mañana porque alguien en algún momento tendrá que devaluar mas rápido para que no se funda el grueso del país".
Por lo pronto, ya hay un atraso en la comercialización de la soja nueva. Hasta ahora los compradores adquirieron casi 3,5 millones de toneladas, el 7% de la cosecha. "Los productores esperan una mejora en los precios, pero no la veo. Lo único que puede llegar es con el problema de seca en Brasil, pero eso ya está", concluyó Gustavo López, consultor.