No cabe duda alguna que la pendiente de precios de la soja resulta negativa.
En agosto y septiembre de 2012 los valores FOB (Rosario) giraban en torno a u$s 645. En el mes de junio del año 2013, se aproximaban a u$s 550.
La pendiente se vislumbra con crudeza luego de mayo de 2014.
A partir de octubre del año pasado, los precios llegaron a una suerte de piso. Es cierto: ciclotímico pero con cierta (alentadora) permanencia.
A nivel internacional, el precio viene caminando, desde comienzos de diciembre pasado, así:
Hasta octubre pasado, el mercado de EE.UU. debió moverse en un marco de baja disponibilidad con acentuada demanda desde el exterior, fundamentalmente de China. Y desde el interior, de parte de las industrias de harinas por la avidez de la producción cárnica.
La perspectiva, a partir de ese mes, de una cosecha récord en este país comenzó a deprimir los valores. A ello, se agregaba la visión de un dólar cada vez más revaluado en términos del euro y otras monedas.
Hoy se sabe que este país tiene una cosecha de aproximadamente 107,50 millones de toneladas, donde un total de más o menos 84 millones van a molienda y casi 50 millones para vender al exterior. Sobre este volumen alrededor del 87% está comprometido para la exportación.
Desde diciembre, la oferta se robustece aún más por las excelentes perspectivas de producción de América del Sur, muy especialmente de la Argentina.
Sin negar las opiniones vertidas en los anteriores comentarios de esta columna, hoy la incertidumbre mayor aún.
Como están las cosas, lo que puede dar vuelta la taba es la próxima cosecha de América del Norte. Si la intención de siembra crece, un nuevo elemento depresor comenzará a actuar.
Por ahora, tal como lo revela el cuadro los precios se han estacionado en un nivel que parece marcar un piso. Y los precios locales deberían alinearse con tal nivel.
Si la intención de siembra norteamericana no crece visiblemente, es posible que este piso se mantenga, pese a que la campaña terminaría con un stock de 11,3 millones de toneladas. Un nivel superior al de 2,5 millones del ciclo anterior.
En tanto, los fondos especulativos se mantienen en una posición neta, es decir comprados menos vendidos da un resultado neutro. Obviamente, el cuadro revela la incertidumbre imperante sobre el futuro.
Al mismo tiempo, los fondos comerciales se ubican en una posición suavemente vendida.
Hay esperanza de que se mantenga.